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domingo, abril 24, 2011

(12) Ideologías y Modo de Vivir

IDEOLOGÍAS Y MODO DE VIVIR
     A la edad de 16 años tuve la dicha de conocer, como diría un viejo amigo en cuerpo presente, a un personaje de la política y la educación venezolana que ha tenido mucha influencia en nuestro modo de vida, y que a lo mejor, muchos de Uds, no lo saben. Lo había visto en persona, por primera vez de lejos, hacia 3 años un día de San Juan Bautista, en un acto del Concejo Municipal en ocasión de proclamarlo Hijo Adoptivo del municipio. Guardo un libro de poemas de su autoría que mi papá logró que me lo firmara: Bajo la Sombra de los Datileros; entre otros libros y artículos de prensa. Ese encuentro marco un hito importante en mi vida.
     Corría el mes de agosto del año 1989, si, el mismo año del Caracazo. En esa época yo estaba inmerso en el movimiento estudiantil del liceo La Salle donde estudie secundaria en Margarita. Ahí me había iniciado como delegado de curso en el propio 7mo año en el 85, y para el año 89 ya había pertenecido a varias comisiones de trabajo del Centro de Estudiantes, y había participado de cuanto acto y evento relacionado con las protestas y manifestaciones que mantenía el movimiento estudiantil de Margarita por esa época. Fue, justamente entre esos años y 1993, que tuve una agitada, dilatada y, hasta en algunos casos, clandestina vida de dirigente estudiantil; entre el final de la secundaria en Margarita y los estudios en el tecnológico de Puerto La Cruz. En ese año 89 me inscribí en el movimiento de la Juventud del MAS, donde estaban varios de los más prominentes dirigentes estudiantiles de la UDO de Margarita y de los demás liceos e institutos de educación superior de la Isla. Luego en Puerto La Cruz, estuve ligado a algunas fracciones menos reaccionarias de la Liga Socialista, también de la UDO, y a los movimientos culturales que ahí convivían. En Margarita fui Presidente y Vice-Presidente del Centro de Estudiantes del liceo La Salle, Presidente de la Sociedad Bolivariana, Delegado de la Comisión de enlace en las conversaciones con la Gobernación del estado para las mejoras del transporte estudiantil, y participé de las primeras conversaciones de cuando surgió el planteamiento nacional del pasaje estudiantil. En Puerto la Cruz, junto a otros margariteños sembramos la semilla de lo que inicialmente se llamó Club de Margariteños, y que luego de darle cuerpo y redactar una proclama (que aún conservo en original) se fundó el Comité Organizado para la Armonía Institucional (COMPAI) de cual fui su primer Coordinador General.  
     En ese agosto del 89, unos compañeros del centro de estudiantes de la UDO de Margarita me invitaron a una visita al maestro Luis Beltrán Pietro Figueroa (14/03/1902 - 23/05/1993) en su vieja casona de La Asunción, hoy convertida en biblioteca pública. Aún conservaba el aura de liderazgo revolucionario e inteluctual que siempre mantuvo toda su vida, de voz gravemente suave ya quebrada por la edad, maneras cordiales y una postura de maestro de escuela, tal como era y había sido siempre. Recuerdo que fue una conversación corta, pero profunda de mucho sentimiento nacionalista y regionalista, y de mucha reflexión sobre el estado de la educación en Venezuela y los valores que guían a los jóvenes. Recuerdo una frase de mucho sentimiento regional que siempre me ha acompañado, y que la he citado muchas veces “… por circunstancias, mi cuerpo tuvo que salir de la Isla a buscar mejor vida, pero mi corazón quedó entre palmeras y el arrullo  de las olas del mar en mi bella Margarita…” Ahora que escribo esta nota y recuerdo aquellos momentos, mi corazón salta de emoción recordando esos inolvidables momentos y recordando esas enseñanzas que contrastan mucho con la actualidad nacional. Sus breves, pero al mismo tiempo agudas, francas, sinceras y llenas de un gran amor por el país y por Margarita, me llevó a pensar en tomar el camino de la educación como carrera profesional, cosa que no hice de manera formal, pero que en mi actividad laboral lo he ejercido en muchas oportunidades como facilitador e instructor en cursos y talleres, y en una oportunidad como profesor en un instituto de educación superior. Ese encuentro me sirvió para ver los problemas del país de otra manera, de pasar del constante estudio y análisis de la situación, a una acción de solución, a mayores aportes y menos palabras. Recuerdo que nos contó que aun siendo enemigo político de los copeyanos y de algunos de su mismo partido original (Acción Democrática), e incluso cuando ya había fundado el MEP, nunca dejó de aportar una idea o una crítica constructiva. Siempre estuvo ahí para aportar algo al país, aunque fuera poco. Y pensar que los mayores aportes del maestro Prieto al país no los hizo entando en posiciones de poder, si no como colaborador comisionado. Él fue creador y fundador del Ipasmé, de la Federación de Maestros, del Ince, fue coredactor de las constituciones del 46 y 61, y fue el creador del sistema educativo que aún tenemos en Venezuela, a través de las 2 primeras Leyes de Educación de la era moderna (1948 y 1980), de las cuales fue redactor; sistema educativo  este que ha sido copiado por muchos países del continente, con sus variantes y particularidades.
     La combinación de las enseñanzas de los Hermanos La Salla, las lecturas de textos y libros de autores de la izquierda tradicional e histórica, el contacto con los compañeros estudiantes, y la actividad sociocultural, forjó en mi unas ideas tendientes a la izquierda, con un  toque de humanismo y socialdemocracia: Una mezcla nada extraña para un estudiante de esa época. Ese ideario, a pesar las vivencias y las realidades de las prácticas mal llevadas, en vez de alejarse, se ha acrecentado. Y me ha inspirado en los últimos años a releer muchos de esos textos y comparar con la realidad actual. Siempre he sido reaccionario, pero no anarquista, ante lo formado y lo ya instituido, veo que todas las cosas pueden mejorar, y que lo mejor puede ser mucho mejor, solo y solo si, nos empeñamos en hacerlo mejor. Es por eso que no me considero traidor a mi ideario de adolecente, más bien me considero un reaccionario a ese pensamiento, y considero que puede y debe ser mejor.    Esa es parte de las conclusiones que he sacado. Las experiencias de otros países así lo demuestran. Lo que si dejo claro, para mi mismo primero que nada, es que no voy a ser ni seré traidor a mis pensamiento de progreso y desarrollo social y humano, y ese progreso y desarrollo solo se consigue en un medio de vida donde impere la justicia, el valor hacia el ser humano sin distingo de raza, color y condición social. Y ese medio solo lo da un sistema de social donde se conserven estos valores y no la mezquindad de la utilidad desmedida, donde lo importante es la ganancia sin importar el hombre.
     Siempre mi vida ha sido austera, no solo porque no he alcanzado el nivel de equilibrio económico que me permita mayores libertades, si no por convicción, que no me permite vivir en ostentosidad ni en apariencias, ni mucho menos que sea la moda o las corrientes del jet set social quienes disponga de mis pensamientos y forma de vivir. Y en ese mismo estilo pienso educar a mis hijas. Si ellas luego al crecer creen que esa no es la manera de observar el mundo y es preferible vivir una vida que no es suya o que sean las tendencias los estereotipos quienes marquen la pauta de tu desarrollo como persona, bueno ya para entonces habré hecho todo mi esfuerzo en educarlas en que la vida es mejor vivirla en lo sencillo y en el verdadero sentido espiritual.
     No quiero ahondar mucho en el tema político, porque no es el sentido del Blog, ni de esta columna, pero si alguno de los que me conocen de años, me preguntara en este momentos con que tendencia política me identifico, le contestaría que fiel a mis pensamiento, seria un reaccionario que me pararía siempre en la acera de enfrente a hacer criticas a los hechos que se suscitan, pero eso sí, nunca traicionaría mi pensamiento en pararme al lado de los que critiqué y combatí en mis trincheras estudiantiles, ni al lado de los oportunistas y mal lenguados de la vieja guerrilla que nunca fueron verdaderos combatientes de principios morales inquebrantables. Yo me inclinaría por una tercera vía. Esa es mi ideología y modo de vivir: Una tendencia que combine lo mejor de la izquierda y las fortalezas de la derecha, con sentido humanista y social muy alto. Donde lo importante sea el ser humano ante todo, en convivencia fiel con su medio ambiente.
“Ni por la Izquierda, ni por la Derecha, por el Centro”.
PD.: En otra columna les contaré de donde históricamente salió calificar un partido de izquierda y de derecha.
Ernesto E. Velásquez R.
Lechería, Anzoátegui. Venezuela.
18/04/2011
ernesto.e.velasquez@gmail.com

viernes, abril 15, 2011

(11) Peregrinos Otra Vez...!!!

PEREGRINOS OTRA VEZ...!!!
     Tal como les conté en la primera entrega, escribir este Blog fue una iniciativa muy estimulante y decisiva para mí. Me dediqué a recolectar buenos y malos escritos provenientes de diferentes y muy variopintas fuentes que he reunido en mi biblioteca, hemerotecas y archivos electrónicos; incluso muchos de ellos los rescaté del inclemente deterioro del tiempo y la humedad y los pasé a limpios en manuscritos a computadora en horas de insomnio y delirio nocturno. Pero el mayor esfuerzo, y de paso el más estimulante y emocionante de esta aventura literaria, ha sido clasificar los temas, depurarlos, reescribirlos quirúrgicamente y editarlos para su publicación. Tanto ha sido este esfuerzo, y tan celoso he sido en clasificarlos y guardarlos por temas, incluso por lotes y ciclos de escritura, que se me volvieron a perder a pesar de la rigurosidad enfermiza por cuidarlos. Si señores, los peregrinos se volvieron a perder.
     Hace 4 semanas de hoy cuando iba a publicar la entrada Nº 11, me percaté que los archivos del segundo lote de 10 escritos se me habían borrado de la computadora, creo yo que carcomidos, devastados y descuartizados por un malévolo virus troyano hermano del ébola y la AH1. Digo que creo porque muchos archivos en formato Word también los perdí en el mismo ataque terrorista. Incluso, borradores y archivos ya clasificados listos para editar para futuros lotes de entradas también cayeron ahí. Se podrán imaginar la cara de desolación y desesperación de este autor. Bueno, no tuve mas remedio que cerrar la computadora, sentarme apartado del mundo, cerrar los ojos y meditar sobre que “lo mejor es lo que pasa…”
     El mayor enredo de todo esto está en la metodología que adopté para parir los escritos que se convierten en entradas en este Blog. Es decir, el cómo los produzco. Primero capturo los escritos, que cómo les conté, los tomo de cuanta fuente inimaginable tengo; los separo por lotes de 12 o 15 temas que escojo según el estado de ánimo, circunstancia del momento, o interés particular; los depuro, adapto, actualizo si es el caso, y en la mayoría de los casos los trato de 2 o 3, a la vez, para mantener el mismo tono y estilo si los temas son parecidos o están relacionados. Y por último, los edito en el formato que elegí para archivarlos definitivamente hasta el momento de subirlos al Blog, que les doy una última revisada y les echo la bendición antes de botarlos del mundo perdido de mis papeles y los convierto de nuevo en peregrinos, pero en este caso del mundo. Todo este proceso no lo hago en un mismo momento, claro está. Por lo general utilizo los fines de semana o, como les dije, en noches de insomnio y delirio sobre mi Chimborazo. Es por eso que los trato por lotes de 10, que suma a lo sumo 10 semanas que son 2 meses y medio de publicaciones. Así puedo dividir mi tiempo en labores productivas, recreativas, familiares y de incipientes labores literarias.  Ahora, Uds se harán la pregunta y dirán que donde está el problema: el problema es que el lote siguiente, que vendría siendo el tercero, depende del segundo que fue el que se perdió, y una vieja manía mía de hacer todo en una secuencia y con una planificación ya estudiada, me ha impedido en las últimas 4 semanas decidir cómo comenzar de nuevo y retomar la misma forma y estilo de los escritos perdidos. A lo mejor nadie lo note, o a nadie le interese ese detalle de estilo, pero a mí no me importa si me leen una o sólo 2 personas en todo el mundo, lo que me interesa es hacerlo tan bien como yo creo que deba hacerlo. Ese es el problema: No sabía cómo y por donde comenzar de nuevo, y cómo salvar a los peregrinos de caer de nuevo en la caja de olvido.
     Una vez leí de Gabriel García Márquez en uno de sus libros autobiográfico, que “...si vas a escribir por escribir, mejor no lo hagas, porque escribir para otro es algo muy importante y delicado porque pone te manifiesto y expone tu interior al mundo, así sea una sola persona quien te lea…”. Esta sentencia me tuvo atado estas 4 semanas, ya que, como a lo mejor saben, soy un garcíamarquiano empedernido y maniático.
     Pero los peregrinos no llegaron hasta aquí, si es lo que piensan. No mis amigos. Los peregrinos siguen. La próxima semana inicio las entregas del segundo lote de 10 escritos, los cuales rescaté por vez no sé cuanta, de la memoria, la imaginación y los apuntes que escondo para que mi esposa no los bote como basura diaria de la casa. Así como lo leen, me di a la tarea de volver a escribirlos, y ahora a reescribir los siguientes, para que sigan la misma estructura que planifiqué al inicio de esta aventura quijotesca.
     Les ofrezco mil disculpas por haberlos abandonados estas semanas, pero “Los Escritos Peregrinos” se me han vuelto una cuestión de honor, primero para los pocos que me han manifestado su descontento porque se estaban acostumbrando a leerme, y segundo, que antes era primero, para conmigo mismo.
     Nos leemos a próxima semana.
“No desfallezcas en tus intenciones por hacer las cosas bien, algún día alguien se darán cuenta de ello y te dirá “que bien hecho” y eso será suficiente para decir que hiciste algo bueno en la vida” Simón Rodríguez al Libertador.
Ernesto E. Velásquez R.
Lechería, Anzoátegui. Venezuela.
15/04/2011
ernesto.e.velasquez@gmail.com