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domingo, abril 26, 2020

(27) Resiliencia en tiempos de Coronavirus


RESILIENCIA EN TIEMPOS DE CORONAVIRUS
     Hace días leí en twitter, en una cuenta de un señor, que después supe que tenía 80 años, que decía que tanto a él como venezolano, y a muchos otros que tenían su edad o más, el gobierno debía de reconocerles y hacerles un homenaje de honor al mérito, al equilibrio mental y a la supervivencia, ya que toda esa generación, habían vivido y sobrevivido a incontables sucesos y acontecimientos nacionales como el golpe del 18 de octubre que derrocó a Gallegos, el asesinado de Delgado Chalbaud, la dictadura de Pérez Jiménez, la guerra de guerrilla de los 60, el terremoto de Caracas, la Venezuela Saudita de Carlos Andrés, el viernes Negro de Luis Herrera, las borracheras de Lusinchi, el Caracazo, el golpe de Chávez, el otro golpe a Carlos Andrés, el chiripero de Caldera, el terremoto de Cariaco, los 20 años de la revolución chavista, el gobierno de Maduro, y ahora el Coronavirus; sin contar, los combates a la malaria, al paludismo, al zika, a la chikunguya; y a los cuento de la Sayona, de la Llorona, al reguetón y al Chupa Cabras..! Un verdadero sobreviviente… y cerraba diciendo que aún se siente con fuerzas para seguir viviendo, trabajando y luchando por el país.
     Tanto ese twitter como otras conversaciones que he tenido estos últimos días con algunos amigos y hermanos, que compartimos y practicamos el Positivismo, me llamó la atención del como la Resiliencia ha venido actuando solapadamente como patrón de conducta de muchos venezolanos, y más ahora durante este período especial de cuarentena por el Coronavirus. Y, es que una, o tal vez la mejor manera de sobrellevar esta situación y enfrentar el futuro es siendo resiliente. Ya que si reconocemos que no tenemos el control de todo cuanto nos rodea, pero sí de nuestras actitudes y actuamos en consecuencia, adaptando nuestros pensamientos y acciones en función de sobrellevar las situaciones que se nos presenten, aun siendo estas las más difíciles, sabremos seguir adelante aun con sobresaltos, pero con actitud positiva.
El venezolano puro, el bregador y emprendedor, es así, resiliente por naturaleza. Porqué es verdad lo que decía el señor en su twitter, somos sobrevivientes de muchos eventos, y siendo atrevido, llegaría a decir que no sólo él y su generación, si no, todas las generaciones de venezolanos que hemos nacido después, si no, preguntémonos cómo hemos sobrevivido los últimos 20 años, por decir lo menos. El venezolano, como decía Cabrujas, se ríe y se burla de su propia desgracia, y aun así es un ser humano que renace de sus propias cenizas, cual Ave Fénix, y se levanta sobre sus dificultades con alegría, con empeño, con energía y con un elevado nivel de compromiso con lo que quiere lograr. Ojo, ese es el verdadero venezolano puro, el bregador, el emprendedor, el lleno de verdadera venezolanidad; no el corrupto, vivaracho, embaucador, antisocial, no, ese no, eso es otra cosa que nació en este país, pero no nos representa. La resiliencia es una práctica que debemos enaltecer y promover. Uno de los remedios para combatir esta cuarentena por el Coronavirus, y este medio ambiente de conflicto, es la resiliencia. Practiquémosla...
     Ya sabes, quédate en casa, pero no con los brazos cruzados ni durmiendo, lee, estudia, aprende cosas nuevas. Esta es una oportunidad para ser mejores de lo que hemos sido hasta ahora como humanidad.
     Nos leemos en una próxima oportunidad.
Ernesto Eloy.
En algún lugar de esta Tierra de Gracia que llaman Venezuela.
23/04/2020
Twitter: @evelasquez66
Instagram: @los_peregrinos_de_ernesto
Correo: ernesto.e.velasquez@gmail.com





martes, abril 14, 2020

(26) Volví... Otra Vez, y III


VOLVÍ… OTRA VEZ, y III
     ¡Eso de que son peregrinos, no son solo los escritos… es el autor también… como que es en serio eso de perderse y encontrarse y volverse a perder…!
     Madre mía… ya han pasado casi siete años desde la última vez que publiqué algo aquí. Y en este tiempo ha pasado muchas cosas, ha corrido mucha agua bajo el puente, y hasta una Pandemia Mundial nos está azotando en este momento.
     Definitivamente no he mantenido el brazo caliente y no he puesto orden en mi desorden literario, y más aún a mi tiempo. Puse otras prioridades sobre la mesa. Los planos y hojas de cálculos sustituyeron al cuaderno de notas y la libreta de apuntes de ideas y semillero de cuentos. Los informes, los presupuestos y cartas formales tomaron el lugar de los cuentos y los borradores de artículos. Dejé que el estrés laboral ocupara el lugar de la creatividad y la libertad de soñar con mundos paralelos, con poesía, con la armoniosa combinación de letras que dan forma a los más esclarecidos pensamientos…  ¿Pero saben qué…? No me arrepiento. Y, ¿saben por qué…? Porque me dediqué a construir y darle forma a otro sueño. Si, a un sueño profesional que me ha costado construir, pero que ya está marchando, quizás no como aspiré, pero que, así como todo emprendimiento es laborioso e impredecible, este no ha escapado de esa dinámica y curva de aprendizaje. Pero hoy, y después de poner en marcha ese sueño, quiero ordenar mi tiempo y compartir mi cerebro con esta pasión, y lanzarme a la aventura de rescatar de cualquier lugar donde se encuentren a mis Escritos Peregrinos…
     No les voy a aburrir contándoles con lujo de detalles lo que me sucedió durante los últimos siete años, solo les voy mencionar los acontecimientos más resaltantes y determinantes que me han sucedido y que marcarán, en alguna medida, la temática de algunos de mis escritos futuros, y por donde se irán enterando de algunos de esos detalles que hoy no les contaré: mis hijas han crecido maravillosamente, y hoy son unas señoritas de 10 y 13 años que viven su proceso de crecimiento de manera tranquila y sin prisa; retomé después de muchos años mi propia empresa y ahí la llevo paso a pasito, suave suavecito; mis padres y mi suegro murieron en este período, primero papá en noviembre del 2015, luego mamá en noviembre del 2018 y recientemente mi suegro el mes pasado. Sin contar, todo lo que vivido es el aspecto profesional y masónico. En fin, han sido siete años de mucha actividad y muchos sentimientos encontrados, que luego se los iré desmenuzando.
     No quiero prometerles nada, pero esta vez vengo con otros fueros y otras metas tanto con este Blog, como con las cuentas de las redes sociales. Me alegra volver a escribir. Me alegra volver a encontrarme con mis lectores invisibles.
     Nos leemos en una próxima oportunidad.
Ernesto Eloy.
En algún lugar de esta Tierra de Gracia que llaman Venezuela.
13/04/2020
Twitter: @evelasquez66
Instagram: @los_peregrinos_de_ernesto
Correo: ernesto.e.velasquez@gmail.com