ALBERT
EINSTEIN Y EL MAL
Hace unos años, 15 aproximadamente, leí un artículo del Diario
El Mundo de España, que me llamó la atención por mi interés en temas sobre la
filosofía, y más viniendo de un personaje icónico de las ciencias como Albert
Einstein. El artículo, trataba sobre un tema que históricamente ha sido muy
polémico por todas las aristas y perspectivas que tiene; sobre el origen de “El
Mal”.
El artículo cerraba con una
cita atribuida a Einstein, y con una fuerte crítica a, según el analista, la
poca visión empática que tenía Einstein. Esta frase era la siguiente: “El
mundo no está en peligro por las malas personas, si no, por aquellos que
permiten la maldad”. Uno de los comentarios más fuertes que el analista
hacía a esta visión, la planteaba de esta manera “… la frase citaba es una
soberana necedad que, parece querer culpar de los daños de la humanidad, no a
quienes los causas, sino, a quienes no hacen algo para impedirlos. Es decir, si
violan a una mujer, el peligroso no es el violador, sino, todos aquellos que no
han nada al respecto…”. Así como este, hubo muchos otros comentarios,
incluso, unos a favor de la visión de Einstein.
Esta lectura
me llevó a buscar y analizar de nuevo, un relato muy común, que igualmente se
le atribuye a Einstein, y que también gira entorno a su supuesta visión sobre
el origen de “El Mal”.
Este relato
dice lo siguiente:
Un profesor
universitario retó a sus alumnos con esta pregunta:
¿Dios hizo todo lo que existe?
Un estudiante
contestó valientemente, “¡Si, lo hizo!"
¿Dios hizo
todo, caballero?, ripostó el profesor.
"¡Si, señor!",
respondió el joven en voz alta.
El profesor
contestó:
"Si Dios hizo
todo, entonces Dios hizo al Mal, pues el Mal existe, y bajo el precepto de que
nuestras obras son un reflejo de nosotros mismos, entonces Dios es malo."
El estudiante se
quedó callado ante tal respuesta y el profesor, feliz, se jactaba de haber
probado una vez más que la “Fe Cristiana” y la visión de “Dios” de las demás religiones
era un mito.
Otro estudiante
levantó su mano y dijo:
"¿Puedo hacer
una pregunta, profesor?"
"¡Por
supuesto!", respondió el profesor.
El joven se puso
de pie y preguntó:
"Profesor, para Ud ¿Existe el
frío?"
"¿Qué
pregunta es esa?”, expresó el profesor entre incrédulo y sorprendido. Y,
continuó, “por supuesto que existe, ¿acaso usted no ha tenido frío?".
El estudiante
sereno contestó, "De hecho, señor, el frío no existe. Según las Leyes de
la Física, lo que consideramos frío, en realidad es ausencia de calor. Todo
cuerpo u objeto es susceptible de estudio cuando tiene o transmite energía, el
calor es lo que hace que dicho cuerpo tenga o transmita energía.
El cero absoluto
es la ausencia total y absoluta de calor, todos los cuerpos se vuelven inertes,
incapaces de reaccionar, pero el frío no existe. Hemos creado ese término para
describir cómo nos sentimos si no tenemos calor”.
Luego, el estudiante
hizo otra pregunta al profesor: “Y, según Ud ¿Existe la oscuridad?"
"¡Por
supuesto!", respondió el profesor, igualmente confundido y sorprendido por
la pregunta.
“Nuevamente se
equivoca, Ud señor, - contestó serenamente el estudiante - la oscuridad tampoco
existe. La oscuridad es en realidad ausencia de luz. La luz se puede estudiar,
la oscuridad no, incluso existe el prisma de Nichols para descomponer la luz
blanca en los varios colores de que está compuesta, con sus diferentes
longitudes de onda.
La oscuridad no.
Un simple rayo de luz rasga las tinieblas e ilumina la superficie donde termina
el haz de luz. ¿Cómo puede saber cuan oscuro esta un espacio determinado? Con
base en la cantidad de luz presente en ese espacio, ¿no es así? Oscuridad es un
término que el hombre ha desarrollado para describir lo que sucede cuando no
hay luz presente”.
Luego de estas dos
brillantes exposiciones, el estudiante vuelve hacia el profesor y le pregunta: Señor,
para Ud, ¿Existe el mal?
El profesor ya un
poco contrariado, respondió en voz alta, "¡Vemos violaciones, crímenes y
violencia en todo el mundo, esas cosas son del mal, claro que existe, como lo
mencioné al principio!"
El estudiante aún
muy sereno le contestó, "El mal no existe, señor, o al menos no existe por
sí mismo. El mal es simplemente la ausencia de Dios, es, al igual que los casos
anteriores que le he mencionado, un término que el hombre ha creado para
describir esa ausencia de Dios.
Dios no creo al Mal.
No es como la Fe o
el Amor, que existen como existe el Calor y la Luz: son Energías.
El mal es el resultado de
que la humanidad no tenga a Dios presente en sus corazones. Es como resulta el
frío cuando no hay calor, o la oscuridad cuando no hay luz."
El profesor se quedó callado,
y no tuvo más argumento que dar por terminada la clase.
Este estudiante era un chico
llamado Albert Einstein.
*** *** ***
No existe una fuente documental definitiva
que confirme que este episodio haya sucedió realmente, y mucho menos, que haya
sido protagonizado por Einstein, pero expone de manera muy gráfica y con cierta
base científica, el complejo concepto filosófico sobre el origen de “El Mal”,
y que ha sido debatido a través de los años por diversos pensadores.
Lo cierto es que, si nos inclinamos
por la perspectiva filosófica y religiosa, nos encontraremos con una posición moral
que nos puede llevar a concluir que “El Mal” es la ausencia de “algo”
dentro del ser humano, bien sea de “Dios”, o del deseo natural de hacer
el “Bien”. Muy a pesar de lo que afirmaba Maquiavelo, de que el “Hombre
es malo por naturaleza”, pero a Maquiavelo lo dejamos para estudiarlo después.
“! Haz bien y no mires a quién
¡”
Nos leemos muy
pronto.
Ernesto
Eloy.
En
algún lugar de esta Tierra de Gracia que llaman Venezuela.
19/01/2025
X:
@Evelasquez66
Correo: ernesto.e.velasquez@gmail.com