EL GUERRERO DE LA LUZ DE PAULO COELHO - I
Hasta hace poco no leía mucho a Paulo Coelho porque veía que sus libros eran más una cosa más comercial que otra cosa, pero desde hace pocos meses, en ese afán de leer cuanto garabato me cae en las manos, y ante la falta de algún buen escrito (a mi modo de ver), decidí leer algunas cosas de este autor brasilero que me habían enviado por correo diferentes amigos. Entonces me suscribí a El Guerrero de la Luz, y he ido leyendo varios de sus escrito, aunque confieso que ninguno de sus libros completos. Reconozco que estaba equivocado. Más que la profundidad de sus escritos, es al igual que Gabriel García Márquez, la expresión de lo cotidiano y de lo natural de una manera espontánea y realista, y sobre todo pintada con palabras de una manera muy ilustrada. Es, a mi manera de ver la literatura, un poco de Realismo Mágico.
A partir de hoy, y por algunas entregas dispersas, voy a ir compartiendo con Uds algunos extractos de sus escritos publicados en la página El Guerrero de la Luz, y en otras publicaciones. Sin más que agregar aquí les dejo la primera entrega de esta serie:
1.- Cambio.
Recibo de dos lectores, casi en la misma semana, un texto que supuestamente escribí. No, no fui yo, aunque tenga mucho que ver con mi manera de encarar la vida. Como juzgué interesante el material, y en la esperanza de encontrar al verdadero autor, lo reproduzco aquí:
Cambia.
- Pero empieza poco a poco, porque la dirección es más importante que la velocidad.
- Siéntate en otra silla, al otro lado de la mesa. Más adelante, cambia de mesa.
- Cuando salgas, procura andar por el otro lado de la calle. Después cambia el camino, anda tranquilamente por otras calles, observando con atención los lugares por donde pasa.
- Toma otros autobuses. Cambia por un tiempo el estilo de las ropas; da los zapatos viejos y procura andar descalzo durante algunos días, aunque sea dentro de casa.
- Dedica una tarde entera a pasear libremente, oír el canto de los pájaros o el ruido de los coches,
- Abre y cierra los cajones y puertas con la mano izquierda.
- Duerme en el otro lado de la cama. Después, procura dormir en otras camas.
- Mira otros programas de TV, lee otros libros, vive otros romances aunque sea en su imaginación.
- Duerme más tarde. Duerme más temprano.
- Aprende una palabra nueva cada día.
- Come un poco menos, come un poco más, come diferente: escoge nuevas salsas, nuevos colores, cosas que nunca te atreviste a probar.
- Almuerza en otros lugares, ve a otros restaurantes, toma otro tipo de bebida, compra pan en otra panadería.
- Almuerza más temprano, cena más tarde, o viceversa.
- Prueba lo nuevo cada día: el nuevo lado, el nuevo método, el nuevo sabor, la nueva manera de hacer algo, el nuevo placer, la nueva posición.
- Elige otro mercado, otra marca de jabón, otra pasta de dientes.
- Toma tu baño en otros horarios.
- Usa bolígrafos de otros colores.
- Ve a pasear por otros lugares.
- Ama cada vez más, de maneras diferentes. Aun cuando pienses que la otra persona puede asustarse, sugiere lo que siempre soñaste hacer, a la hora del sexo.
- Cambia de bolso, de cartera, de maletas, compra nuevos lentes, escribe otras poesías.
- Abre una cuenta en otro banco. Frecuenta otros cines, otros peluqueros, otros teatros, visita nuevos museos.
- Cambia. Y piensa seriamente en conseguir otro empleo, una nueva ocupación, un trabajo más parecido a lo que esperas de la vida, más digno, más humano.
- Si no encuentras razones para ser libre, invéntalas: sé creativo.
- Y aprovecha para hacer un viaje modesto pero largo, y si es posible, sin destino.
- Experimenta cosas nuevas. Cambia nuevamente. Cambia de nuevo. Prueba otra vez.
- Conocerás ciertamente cosas mejores y cosas peores de las ya conocidas, pero no es eso lo que importa.
- Lo más importante es el cambio, el movimiento, el dinamismo, la energía.
- Sólo lo que está muerto no cambia, y tú estás vivo.
2.- Cambiando de Actitud.
Un profesor universitario practica Tai Chi con entusiasmo, pero poco a poco el cansancio le invade y decide desistir: - Pido disculpas, pero no consigo continuar – dice a su maestro. – Al fin de cuentas he dedicado tantos años al estudio de la Filosofía que he acabado olvidando a mi propio cuerpo.
- Es una pena que desistas. Porque yo también dediqué mucho tiempo al estudio de la Filosofía, y fue justamente esto lo que me hizo acordar de mi cuerpo.
3- Proverbios de los Pirineos.
Cada año, paso por lo menos tres meses en una ciudad francesa cerca de Tarbes, contemplando la cadena de montañas de los Pirineos. Recientemente decidí recoger algunos Proverbios de la región, que aquí reproduzco junto con el nombre de quienes me los dijeron:
- Cada vez que muere un viejo africano, es como si una biblioteca entera se incendiara (anónimo, recogido por Malika).
- Todo el mundo quiere conocer el Paraíso, pero nadie quiere morir (Nam).
- Las mujeres son como los continentes: a los 20 años son como América, todos sueñan con conocerla y los que lo consiguen dificilmente se desilusionan. A los 30 años son como Europa, sabias y llenas de madurez. A los 40 años son como Asia, envueltas en promesas y misterio. A los 50 años son como África, que todo el mundo sabe donde está pero nadie tiene interés en visitarla (Alain Niah-Kyn, en uno de los proverbios más políticamente incorrectos que jamás conocí).
- Aunque odies a las liebres, debes reconocer que corren muy rápido (Antoine Lux).
- Si dos cocineros cuidan de la misma sopa, terminará muy salada o sin ninguna sal (Daniel Labardere).
- Aquel que vive diciendo “Yo no doy importancia a eso” terminará descubriendo la frase “¡Ah!, si yo hubiese sabido...” (Allen Tannu).
- La vida es como andar en bicicleta: sólo caemos cuando paramos de pedalear (Frederic Bonomelli).
- La Historia no está hecha de aquello que recordamos, sino de aquello que no queremos olvidar (Jacques Lafitte).
- Sólo el cabrito muerto no teme al puñal (anónimo).
- Aquellos que no saben por qué aman, son aquellos que realmente saben amar (Sylvie Pinta).
- Si nunca te atreviste a cruzar un río, no te rías de aquellos que se mojaron intentándolo (un viejo en Argelés-Gazot).
- No porque el tigre esté flaco pasaremos a llamarlo gato (Geneviève P.).
- Cuando te golpeas sin querer con una piedra, la culpa no es de ella, sino de tu pie, que no sabe donde está pisando (Lois Bonomelli).
- En el momento de nacer recibimos un pasaporte, un pasaje y un visado para visitar el país de la Muerte (Didier Faure).
- El perro tiene cuatro patas, pero todas están obligadas a seguir el mismo camino (Jacques, del café Monocle).
- Sólo entienden las bendiciones del Paraíso aquellos que ya conocieron el Infierno (Guillaume, citando un proverbio árabe después de contarme como intentó suicidarse por causa de un amor)
- El avaro guarda todo su dinero para tres personas que él detesta: el futuro esposo de su mujer, su yerno y su nuera (Malika, citando un proverbio de Túnez).
- Los jóvenes andan en grupo, el adulto en pareja, y los viejos andan solos (del mismo viejo en Argelés-Gazost).
- Justamente cuando yo descubrí todas las respuestas, cambiaron todas las preguntas (placa en un café en la ciudad de Ger).
"Nunca digas que algo es malo hasta que no estes totalmente seguro que lo es"
Ernesto E. Velásquez R.
Lechería, Anzoátegui. Venezuela.
18/05/2011
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