Powered By Blogger

domingo, abril 24, 2011

(12) Ideologías y Modo de Vivir

IDEOLOGÍAS Y MODO DE VIVIR
     A la edad de 16 años tuve la dicha de conocer, como diría un viejo amigo en cuerpo presente, a un personaje de la política y la educación venezolana que ha tenido mucha influencia en nuestro modo de vida, y que a lo mejor, muchos de Uds, no lo saben. Lo había visto en persona, por primera vez de lejos, hacia 3 años un día de San Juan Bautista, en un acto del Concejo Municipal en ocasión de proclamarlo Hijo Adoptivo del municipio. Guardo un libro de poemas de su autoría que mi papá logró que me lo firmara: Bajo la Sombra de los Datileros; entre otros libros y artículos de prensa. Ese encuentro marco un hito importante en mi vida.
     Corría el mes de agosto del año 1989, si, el mismo año del Caracazo. En esa época yo estaba inmerso en el movimiento estudiantil del liceo La Salle donde estudie secundaria en Margarita. Ahí me había iniciado como delegado de curso en el propio 7mo año en el 85, y para el año 89 ya había pertenecido a varias comisiones de trabajo del Centro de Estudiantes, y había participado de cuanto acto y evento relacionado con las protestas y manifestaciones que mantenía el movimiento estudiantil de Margarita por esa época. Fue, justamente entre esos años y 1993, que tuve una agitada, dilatada y, hasta en algunos casos, clandestina vida de dirigente estudiantil; entre el final de la secundaria en Margarita y los estudios en el tecnológico de Puerto La Cruz. En ese año 89 me inscribí en el movimiento de la Juventud del MAS, donde estaban varios de los más prominentes dirigentes estudiantiles de la UDO de Margarita y de los demás liceos e institutos de educación superior de la Isla. Luego en Puerto La Cruz, estuve ligado a algunas fracciones menos reaccionarias de la Liga Socialista, también de la UDO, y a los movimientos culturales que ahí convivían. En Margarita fui Presidente y Vice-Presidente del Centro de Estudiantes del liceo La Salle, Presidente de la Sociedad Bolivariana, Delegado de la Comisión de enlace en las conversaciones con la Gobernación del estado para las mejoras del transporte estudiantil, y participé de las primeras conversaciones de cuando surgió el planteamiento nacional del pasaje estudiantil. En Puerto la Cruz, junto a otros margariteños sembramos la semilla de lo que inicialmente se llamó Club de Margariteños, y que luego de darle cuerpo y redactar una proclama (que aún conservo en original) se fundó el Comité Organizado para la Armonía Institucional (COMPAI) de cual fui su primer Coordinador General.  
     En ese agosto del 89, unos compañeros del centro de estudiantes de la UDO de Margarita me invitaron a una visita al maestro Luis Beltrán Pietro Figueroa (14/03/1902 - 23/05/1993) en su vieja casona de La Asunción, hoy convertida en biblioteca pública. Aún conservaba el aura de liderazgo revolucionario e inteluctual que siempre mantuvo toda su vida, de voz gravemente suave ya quebrada por la edad, maneras cordiales y una postura de maestro de escuela, tal como era y había sido siempre. Recuerdo que fue una conversación corta, pero profunda de mucho sentimiento nacionalista y regionalista, y de mucha reflexión sobre el estado de la educación en Venezuela y los valores que guían a los jóvenes. Recuerdo una frase de mucho sentimiento regional que siempre me ha acompañado, y que la he citado muchas veces “… por circunstancias, mi cuerpo tuvo que salir de la Isla a buscar mejor vida, pero mi corazón quedó entre palmeras y el arrullo  de las olas del mar en mi bella Margarita…” Ahora que escribo esta nota y recuerdo aquellos momentos, mi corazón salta de emoción recordando esos inolvidables momentos y recordando esas enseñanzas que contrastan mucho con la actualidad nacional. Sus breves, pero al mismo tiempo agudas, francas, sinceras y llenas de un gran amor por el país y por Margarita, me llevó a pensar en tomar el camino de la educación como carrera profesional, cosa que no hice de manera formal, pero que en mi actividad laboral lo he ejercido en muchas oportunidades como facilitador e instructor en cursos y talleres, y en una oportunidad como profesor en un instituto de educación superior. Ese encuentro me sirvió para ver los problemas del país de otra manera, de pasar del constante estudio y análisis de la situación, a una acción de solución, a mayores aportes y menos palabras. Recuerdo que nos contó que aun siendo enemigo político de los copeyanos y de algunos de su mismo partido original (Acción Democrática), e incluso cuando ya había fundado el MEP, nunca dejó de aportar una idea o una crítica constructiva. Siempre estuvo ahí para aportar algo al país, aunque fuera poco. Y pensar que los mayores aportes del maestro Prieto al país no los hizo entando en posiciones de poder, si no como colaborador comisionado. Él fue creador y fundador del Ipasmé, de la Federación de Maestros, del Ince, fue coredactor de las constituciones del 46 y 61, y fue el creador del sistema educativo que aún tenemos en Venezuela, a través de las 2 primeras Leyes de Educación de la era moderna (1948 y 1980), de las cuales fue redactor; sistema educativo  este que ha sido copiado por muchos países del continente, con sus variantes y particularidades.
     La combinación de las enseñanzas de los Hermanos La Salla, las lecturas de textos y libros de autores de la izquierda tradicional e histórica, el contacto con los compañeros estudiantes, y la actividad sociocultural, forjó en mi unas ideas tendientes a la izquierda, con un  toque de humanismo y socialdemocracia: Una mezcla nada extraña para un estudiante de esa época. Ese ideario, a pesar las vivencias y las realidades de las prácticas mal llevadas, en vez de alejarse, se ha acrecentado. Y me ha inspirado en los últimos años a releer muchos de esos textos y comparar con la realidad actual. Siempre he sido reaccionario, pero no anarquista, ante lo formado y lo ya instituido, veo que todas las cosas pueden mejorar, y que lo mejor puede ser mucho mejor, solo y solo si, nos empeñamos en hacerlo mejor. Es por eso que no me considero traidor a mi ideario de adolecente, más bien me considero un reaccionario a ese pensamiento, y considero que puede y debe ser mejor.    Esa es parte de las conclusiones que he sacado. Las experiencias de otros países así lo demuestran. Lo que si dejo claro, para mi mismo primero que nada, es que no voy a ser ni seré traidor a mis pensamiento de progreso y desarrollo social y humano, y ese progreso y desarrollo solo se consigue en un medio de vida donde impere la justicia, el valor hacia el ser humano sin distingo de raza, color y condición social. Y ese medio solo lo da un sistema de social donde se conserven estos valores y no la mezquindad de la utilidad desmedida, donde lo importante es la ganancia sin importar el hombre.
     Siempre mi vida ha sido austera, no solo porque no he alcanzado el nivel de equilibrio económico que me permita mayores libertades, si no por convicción, que no me permite vivir en ostentosidad ni en apariencias, ni mucho menos que sea la moda o las corrientes del jet set social quienes disponga de mis pensamientos y forma de vivir. Y en ese mismo estilo pienso educar a mis hijas. Si ellas luego al crecer creen que esa no es la manera de observar el mundo y es preferible vivir una vida que no es suya o que sean las tendencias los estereotipos quienes marquen la pauta de tu desarrollo como persona, bueno ya para entonces habré hecho todo mi esfuerzo en educarlas en que la vida es mejor vivirla en lo sencillo y en el verdadero sentido espiritual.
     No quiero ahondar mucho en el tema político, porque no es el sentido del Blog, ni de esta columna, pero si alguno de los que me conocen de años, me preguntara en este momentos con que tendencia política me identifico, le contestaría que fiel a mis pensamiento, seria un reaccionario que me pararía siempre en la acera de enfrente a hacer criticas a los hechos que se suscitan, pero eso sí, nunca traicionaría mi pensamiento en pararme al lado de los que critiqué y combatí en mis trincheras estudiantiles, ni al lado de los oportunistas y mal lenguados de la vieja guerrilla que nunca fueron verdaderos combatientes de principios morales inquebrantables. Yo me inclinaría por una tercera vía. Esa es mi ideología y modo de vivir: Una tendencia que combine lo mejor de la izquierda y las fortalezas de la derecha, con sentido humanista y social muy alto. Donde lo importante sea el ser humano ante todo, en convivencia fiel con su medio ambiente.
“Ni por la Izquierda, ni por la Derecha, por el Centro”.
PD.: En otra columna les contaré de donde históricamente salió calificar un partido de izquierda y de derecha.
Ernesto E. Velásquez R.
Lechería, Anzoátegui. Venezuela.
18/04/2011
ernesto.e.velasquez@gmail.com

viernes, abril 15, 2011

(11) Peregrinos Otra Vez...!!!

PEREGRINOS OTRA VEZ...!!!
     Tal como les conté en la primera entrega, escribir este Blog fue una iniciativa muy estimulante y decisiva para mí. Me dediqué a recolectar buenos y malos escritos provenientes de diferentes y muy variopintas fuentes que he reunido en mi biblioteca, hemerotecas y archivos electrónicos; incluso muchos de ellos los rescaté del inclemente deterioro del tiempo y la humedad y los pasé a limpios en manuscritos a computadora en horas de insomnio y delirio nocturno. Pero el mayor esfuerzo, y de paso el más estimulante y emocionante de esta aventura literaria, ha sido clasificar los temas, depurarlos, reescribirlos quirúrgicamente y editarlos para su publicación. Tanto ha sido este esfuerzo, y tan celoso he sido en clasificarlos y guardarlos por temas, incluso por lotes y ciclos de escritura, que se me volvieron a perder a pesar de la rigurosidad enfermiza por cuidarlos. Si señores, los peregrinos se volvieron a perder.
     Hace 4 semanas de hoy cuando iba a publicar la entrada Nº 11, me percaté que los archivos del segundo lote de 10 escritos se me habían borrado de la computadora, creo yo que carcomidos, devastados y descuartizados por un malévolo virus troyano hermano del ébola y la AH1. Digo que creo porque muchos archivos en formato Word también los perdí en el mismo ataque terrorista. Incluso, borradores y archivos ya clasificados listos para editar para futuros lotes de entradas también cayeron ahí. Se podrán imaginar la cara de desolación y desesperación de este autor. Bueno, no tuve mas remedio que cerrar la computadora, sentarme apartado del mundo, cerrar los ojos y meditar sobre que “lo mejor es lo que pasa…”
     El mayor enredo de todo esto está en la metodología que adopté para parir los escritos que se convierten en entradas en este Blog. Es decir, el cómo los produzco. Primero capturo los escritos, que cómo les conté, los tomo de cuanta fuente inimaginable tengo; los separo por lotes de 12 o 15 temas que escojo según el estado de ánimo, circunstancia del momento, o interés particular; los depuro, adapto, actualizo si es el caso, y en la mayoría de los casos los trato de 2 o 3, a la vez, para mantener el mismo tono y estilo si los temas son parecidos o están relacionados. Y por último, los edito en el formato que elegí para archivarlos definitivamente hasta el momento de subirlos al Blog, que les doy una última revisada y les echo la bendición antes de botarlos del mundo perdido de mis papeles y los convierto de nuevo en peregrinos, pero en este caso del mundo. Todo este proceso no lo hago en un mismo momento, claro está. Por lo general utilizo los fines de semana o, como les dije, en noches de insomnio y delirio sobre mi Chimborazo. Es por eso que los trato por lotes de 10, que suma a lo sumo 10 semanas que son 2 meses y medio de publicaciones. Así puedo dividir mi tiempo en labores productivas, recreativas, familiares y de incipientes labores literarias.  Ahora, Uds se harán la pregunta y dirán que donde está el problema: el problema es que el lote siguiente, que vendría siendo el tercero, depende del segundo que fue el que se perdió, y una vieja manía mía de hacer todo en una secuencia y con una planificación ya estudiada, me ha impedido en las últimas 4 semanas decidir cómo comenzar de nuevo y retomar la misma forma y estilo de los escritos perdidos. A lo mejor nadie lo note, o a nadie le interese ese detalle de estilo, pero a mí no me importa si me leen una o sólo 2 personas en todo el mundo, lo que me interesa es hacerlo tan bien como yo creo que deba hacerlo. Ese es el problema: No sabía cómo y por donde comenzar de nuevo, y cómo salvar a los peregrinos de caer de nuevo en la caja de olvido.
     Una vez leí de Gabriel García Márquez en uno de sus libros autobiográfico, que “...si vas a escribir por escribir, mejor no lo hagas, porque escribir para otro es algo muy importante y delicado porque pone te manifiesto y expone tu interior al mundo, así sea una sola persona quien te lea…”. Esta sentencia me tuvo atado estas 4 semanas, ya que, como a lo mejor saben, soy un garcíamarquiano empedernido y maniático.
     Pero los peregrinos no llegaron hasta aquí, si es lo que piensan. No mis amigos. Los peregrinos siguen. La próxima semana inicio las entregas del segundo lote de 10 escritos, los cuales rescaté por vez no sé cuanta, de la memoria, la imaginación y los apuntes que escondo para que mi esposa no los bote como basura diaria de la casa. Así como lo leen, me di a la tarea de volver a escribirlos, y ahora a reescribir los siguientes, para que sigan la misma estructura que planifiqué al inicio de esta aventura quijotesca.
     Les ofrezco mil disculpas por haberlos abandonados estas semanas, pero “Los Escritos Peregrinos” se me han vuelto una cuestión de honor, primero para los pocos que me han manifestado su descontento porque se estaban acostumbrando a leerme, y segundo, que antes era primero, para conmigo mismo.
     Nos leemos a próxima semana.
“No desfallezcas en tus intenciones por hacer las cosas bien, algún día alguien se darán cuenta de ello y te dirá “que bien hecho” y eso será suficiente para decir que hiciste algo bueno en la vida” Simón Rodríguez al Libertador.
Ernesto E. Velásquez R.
Lechería, Anzoátegui. Venezuela.
15/04/2011
ernesto.e.velasquez@gmail.com

sábado, marzo 12, 2011

(10) Antes de ser Padres, Somos Hijos

ANTES DE SER PADRES, SOMOS HIJOS
     Cuando nació la primera de mis hijas tuve una revelación que considero, ha sido una de las más contundentes que he tenido en toda mi vida. Nunca antes había pasado por una sensación como esa. Muchas veces había escuchado: “Que tener un hijo era la cosa más grande y maravillosa del mundo”, pero también había escuchado, que una cosa era decirlo y otra sentirlo y vivirlo. Y en realidad fue así. Primero, la emoción cuando supe que iba ser padre fue tal, que tuve como tres días de parranda con los amigos más cercanos y los compañeros de trabajo; luego, en la fase de crecimiento de la barriga, fui a todas las citas mensuales de control y leí cuanta cosa me cayó en las manos que tuviera como tema padres primerizos; me dieron consejos para cuidar los hijos y me echaron cuanto cuentos y anécdotas posibles.
     Pero la revelación en si fue, saber y comprender cuan sacrificado, satisfactorio y cuanto amor tiene un padre (o madre) hacia sus hijos, y fue entonces que entendí el porque mis viejos se preocupaban tanto por mi y mis hermanos, y que a pesar de no demostrar un tan desmesurado amor, este se siente y se transmite en sus actos, gestos, bendiciones, caricias, regaños y consejos. Esa fue mi verdadera revelación: cuan inmenso es el amor de ser padre y cuanto descuido se ofrece a veces a los padres y es hasta que estamos en ese rol que realmente entendemos lo que debe ser un hijo. Siendo padres es que apreciamos ser hijos.
     Las siguientes reflexiones son algunas de las que recolecté cuando esperaba a mi primera hija. Aquí las comparto con Uds:
Reflexiones para Padres e Hijos
ü  Te di la vida, pero no puedo vivirla por ti.
ü  Puedo enseñarte muchas cosas, pero no puedo obligarte a aprender.
ü  Puedo dirigirte, pero no puedo responsabilizarme por lo que haces.
ü  Puedo llevarte a la Iglesia, pero no puedo obligarte a creer.
ü  Puedo instruirte en lo malo y lo bueno, pero no puedo decidir por ti.
ü  Puedo darte amor, pero no puedo obligarte a aceptarlo.
ü  Puedo enseñarte a compartir, pero no puedo forzarte a hacerlo.
ü  Puedo hablarte del respeto, pero no puedo evitar que seas irrespetuoso.
ü  Puedo aconsejarte sobre las buenas amistades, pero no puedo escogértelas.
ü  Puedo decirte que el licor es peligroso, pero no puedo decir No por ti.
ü  Puedo advertirte acerca de las drogas, pero no puedo evitar que te las ofrezcan y las uses.
ü  Puedo exhortarte a la necesidad de tener metas altas, pero no puedo alcanzarlas por ti.
ü  Puedo enseñarte acerca de la bondad, pero no puedo obligarte a ser bondadoso.
ü  Puedo explicarte cómo vivir, pero no puedo vivir por ti.
Ciclo Vital
     Hay un período en que los padres quedamos huérfanos de nuestros hijos. Es que los niños crecen independientemente de nosotros, como árboles murmurantes y pájaros imprudentes. Crecen sin pedir permiso a la vida, crecen con una estridencia alegre y, a veces, con alardeada arrogancia. Pero no crecen todos los días, crecen de repente.
     Un día se sientan cerca de ti y con una naturalidad increíble te dicen cualquier cosa que te indica que esa criatura de pañales, ya creció. Y es entonces cuando uno se pregunta: ¿Cuándo creció que no lo percibí? ¿Dónde quedaron las fiestas infantiles, el juego en la arena, los cumpleaños con payasos? El niño crece en un ritual de obediencia orgánica y desobediencia civil.
     Ahora estás allí, en la puerta de la discoteca esperando no sólo que no crezcan, sino que aparezcan. Allí están muchos padres al volante esperando que salgan zumbando sobre patines, con sus cabellos largos y sueltos. Y allí están nuestros hijos, entre hamburguesas y gaseosas en las esquinas. Con el uniforme de su generación y sus incomodas y pesadas mochilas en los hombros. Acá estamos nosotros, con los cabellos canos. Y esos son nuestros hijos, los que amamos a pesar de los golpes de los vientos, de las escasas cosechas de paz, de las malas noticias y la dictadura de las horas. Ellos crecieron amaestrados, observando y aprendiendo con nuestros errores y nuestros aciertos.  Principalmente con los errores que esperamos no se repitan.
     Hay un período en que los padres vamos quedando huérfanos de los hijos. Ya no los buscaremos más en las puertas de las discotecas y del cine. Pasó el tiempo del kárate, el fútbol, el ballet, la natación. Salieron del asiento de atrás y pasaron al volante de sus propias vidas. Deberíamos haber ido más al remanso de su cama al anochecer para oír su alma respirando y entablar conversaciones y confidencias entre las sábanas de la infancia, y a los adolescentes cubrecamas de aquellas piezas con calcomanías, afiches, agendas coloridas y discos ensordecedores. Pero crecieron sin que agotáramos con ellos todo nuestro afecto. Al principio fueron al campo, la playa, navidades, pascuas, piscinas y amigos. Sí, había peleas en el auto por la ventana, los pedidos de chicles, la música de moda. Después llegó el tiempo en que viajar con los padres comenzó a ser un esfuerzo, un sufrimiento, no podían dejar a sus amigos y primeros enamorados.
     Quedamos los padres exiliados de los hijos: Tenemos la soledad que siempre deseamos. Y nos llegó el momento en que solo miramos de lejos, deseando que escojan bien en la búsqueda de la felicidad y conquisten el mundo del modo menos complejo posible. El secreto es esperar, lo cual es el siguiente paso de nuestras vidas:
En cualquier momento nos darán nietos.
El nieto es la hora del cariño ocioso y la picardía no ejercida en los propios hijos.
Por eso los abuelos son tan desmesurados y distribuyen tan
incontrolable cariño.
Los nietos son la última oportunidad de reeditar nuestro afecto. Por eso, es necesario hacer algunas cosas adicionales: ANTES DE QUE NUESTROS HIJOS CREZCAN….!!!!
Así es la vida: El Ciclo Vital.
Los seres humanos sólo aprendemos a ser hijos después de ser
padres, solo aprendemos a ser padres después de ser abuelos.
En fin, pareciera que sólo aprendemos a vivir después de que la vida se nos ha pasado.
“Honrarás a tus padres por sobre todas las cosas”.
Ernesto E. Velásquez R.
Lechería, Anzoátegui. Venezuela.
12/02/2011
ernesto.e.velasquez@gmail.com

viernes, marzo 04, 2011

(9) Crónicas Anacrónicas I - Cuando la Mentira y la Verdad se Juntan

CRÓNICAS ANACRÓNICAS I
     Esta es la primera entrega de una serie de Crónicas que comencé a escribí hace 9 años, y que las tuve a punto de publicar, pero que por circunstancias e inconvenientes intempestivos de la Vida, no las pude entregar para su publicación, y sólo circularon entre algunos amigos para su deleite y críticas   . Al final de cada una de ellas se señala la fecha en que se escribieron. No las alteré, ni les hice nada más que editarlas para presentarlas en este formato. Aquí la primera de las Crónica Anacrónica:
CUANDO LA MENTIRA Y LA VERDAD SE JUNTAN.
     A raíz de los acontecimientos terroristas ocurridos en la ciudad de New York en Septiembre pasado, han salido a la luz pública una serie de anécdotas que han servido para  que muchos curiosos y no tan curioso hayan escrito y especulado relatos al respecto. Hay un relato en particular que me llamó mucho la atención no sólo por su contenido de humor negro, si no por la filosofía de vida que él encierra y que puede ser visto comúnmente en cualquier circunstancia por muy indiferente que sea.
     Este relato lo escuché de boca de un hombre que conversaba por su teléfono celular con un amigo, sobre un E-mail que había recibido de parte de una hermana suya que residía en New York, y que ella a su vez lo había escuchado en un Café, de un grupo de personas que contaban anécdotas de lo sucedido en las Torres Gemelas. Este hombre me lo encontré en una panadería cercana a mi oficina y conversaba con un aparente muy buen amigo y confidente. El hombre, de no más de treinta años y de aspecto fanfarrón y algo descuidado, le contaba a su amigo de lo similar que le parecía la situación escrita por su hermana, a lo sucedido a ambos la semana anterior. Yo, un poco intrigado por el relato y la anécdota pedí un café con leche grande y una galleta tipo palmerita, y me senté en una mesa muy próxima al sujeto que hablaba por celular muy estrepitosamente. En un momento de la conversación el hombre le cuenta nuevamente al amigo el relato para que aquel entendiera mejor su pícara comparación. El hombre le dijo entonces al amigo:
     “¡Coño pana! parece que no me escuchaste lo que te conté. Escucha bien ahora: Un tipo cualquiera salió de su casa a las seis de la mañana el día 11 de septiembre. Él vivía  en Brooklyn, más o menos a media hora de la Isla de Manhattan, donde estaban las Torres Gemelas. Su oficina estaba en el piso 95 de la torre sur. Cuando el carajo llegó a Manhattan, decidió irse a casa de su amante que quedaba en un sector residencial de la Isla. Tenía casi una semana que no la veía. Cuando llegó a su destino apagó su celular y se dispuso a cumplir con lo suyo. Como a eso de las diez y media de la mañana, encendió el celular y de inmediato le entró una llamada de urgencia. Era su esposa, que llorando y gritando le preguntaba cómo estaba y en qué lugar se hallaba. El hombre, muy fresco le contestó disimuladamente alterado: ¡Mujer!  Donde voy a estar..! Aquí en mi oficina, de lo más ocupado y trajinado, Esto es de terror. Dónde quieres que esté......!!!!!!”
     Luego de un breve silencio, le dijo a su amigo:
     “Te imaginas, pana, la gran cagada que se echó esa mujer. No lo quiero ni pensar. Bueno, chamo, eso mismo fue lo que pasó la semana pasada cuando le dije a Manuela (me supongo su esposa o novia) que yo estaba contigo en el Banco y que llegué tarde por que la cola que había era demasiado larga. Ese día, a la misma hora que le dije, atracaron el banco y secuestraron por casi cinco horas a todos los clientes que estaban dentro. Cuando llegué a la casa, Manuela estaba desmayada e inconsciente.”
     Hubo un silencio de parte del hombre que hablaba al celular, me imagino que escuchando algo que le decía el amigo. No volvió a referirse al tema. Sólo le dijo al amigo que lo veía dentro de media hora en el sitio de siempre.  Yo terminé mi café con leche y mi palmerita. Pagué la cuenta y me retiré de nuevo a mi oficina.
     Cuando caminaba a la oficina, que queda a una cuadra de la panadería, iba pensando en las dos anécdotas que había contado el hombre. Me pareció tan cruel y tan gracioso a la vez, que cuando llegué a mi oficina me puse a pensar en la cantidad de cuentos que debe haber similares a esos. Mujeres engañadas y tipos astutos, y viceversa. Verdades convenientes y mentiras generosas. La Verdad y la Mentira, como los dos extremos de la vida, y en el medio, todos los actos que cometemos en ella. Todo eso me llevó a recordar un relato que me contaron hace muchos años sobre una mujer también  adultera:
     “La mujer salía todos los viernes en la noche a jugar cartas con unas amigas, y los esposos de esas amigas se reunían a escondidas a jugar dominó, en casa del esposo de esta.  Un día los esposos no se reunieron por que tenían compromisos separados con sus esposas, pero la mujer igual salió a jugar cartas. El hombre le pareció extraño pero no dijo nada. Cuando la mujer regresó tenía unas copas de licor encima y además tenía una cantidad considerable de dinero en su cartera. Cuando el hombre le preguntó dónde estaba y con quién, ella le respondió que como todos los viernes estaba con sus amigas y que les había ganado la polla mayor de la apuesta, y que por esa razón se habían tomado unas copas.
     Lo que la mujer nunca se imaginó que esa noche los demás maridos luego de los compromisos que tenían cada uno, decidieron visitar a la pareja  con sus respectivas esposas y develar el secreto de sus reuniones de los viernes. Cómo en efecto se sabía, la mujer tenía “supuestamente” más de diez años jugando cartas los viernes por la noche, y esa precisa noche se supo que tenía cómo siete años que no asistía a la reunión con sus amigas.”
     En definitiva saqué dos conclusiones de estos relatos que escuché hoy:
     La primera; que la verdad y la mentira cuando se juntan, siempre hay alguien que sale mal parado o alguien que sale muy contento.

     Y la segunda; que las anécdotas de otros son motivos para escribir, para reírse y para especular.
     Es posible que todo esto sea Verdad, como es posible que sea Mentira, total, a quién le Importa.
Ernesto Eloy Velásquez
Puerto La Cruz.
03 de marzo del 2002. (16:25)


Ernesto E. Velásquez R.
Lechería, Anzoátegui. Venezuela.
11/01/2011

sábado, febrero 26, 2011

(8) La Carta a García

LA CARTA A GARCÍA
     Recuerdo que la primera vez que oí nombrar la “Carta o Mensaje a García” fue en la bodega de mi papá, en El Espinal allá en Margarita siendo apenas un niño, en boca de un viejo amigo que lo visita por lo menos 3 veces a la semana y que se convirtió en una de las personas que tuvo gran influencia en mis primeras enseñanzas filosóficas e ideológicas, y en la formación de mi carácter. Ese señor, ya fallecido hace muchos años, solía decirme que una persona podría recibir muchos consejos en su vida, o muchas enseñanzas de toda índole, pero que quedaba en la Voluntad de cada quién, tomar esos consejos y esas enseñanzas y ponerlas en practicas, que esos consejos y enseñanzas eran, en aquel momento, sólo un “Mensaje a García” y en cada quien quedaba utilizarlo o no.
     Ya en la universidad, siendo un adulto, leí por primera vez la fulana Carta o Mensaje al señor García, pero nunca supe de su origen, ni mucho menos de su autor. Fue ya casado, y de manos de mi esposa, que me llegó un librito en formato de bolsillo que le había regalado un amigo de trabajo, donde se echaba la historia completa de la famosa Carta. De buenas a primera no lo leí, no recuerdo porqué, y le dije a mi esposa que lo colocará en la biblioteca, y cada vez que buscaba un libro, o la limpiaba, me tropezaba con el diminuto folletín de la famosa Carta y lo reubicaba de lugar, hasta que un domingo cualquiera me decidí a leerla y fue entonces que me enteré de toda la historia que rodea a este interesante  relato que ha circulado por todo el mundo, y que se ha convertido en cultura popular.
     En una oportunidad, para un curso de supervisión y liderazgo, transcribí el librito completo, y conservé el archivo para leerlo cuando mejor lo necesitara y recordar su Mensaje. En esta oportunidad quiero compartir con Uds esta historia, que estoy seguro, al igual que a mí y, a millones en el mundo que la han leído, les fascinará su enseñanza.
      La Carta a García es considerada la madre de los escritos gerenciales y es uno de los escritos modernos más famosos y difundidos en el mundo. Fue escrita por Elbert Hubbard, un norteamericano de clase media, el día 22 de febrero de 1899, aniversario del nacimiento de George Washington. El único fin que se propuso su autor fue excitar a los inactivos y pesimistas a dedicarse con todo el entusiasmo posible a una acción, sin contentarse con hacer únicamente aquello que se les paga, o que es muy fácil de hacer.
     La idea creadora de esta Carta brotó de los labios de su hijo Bert, quién al final de un almuerzo, mientras comentaban la guerra de la Independencia de Cuba, exclamó: “El verdadero héroe de esta guerra fue el que le llevó la Carta a García”.
     “Si, – comentó el jovencito – porque aquel hombre llamado Rowan fue quién en la hora oportuna, decisiva y culminante, llevó al General García, el Jefe de los Patriotas, la Carta que lo iba a llevar al triunfo. Sin esta Carta quizás la independencia no se hubiera logrado”.
     Esta frase iluminó como un rayo la imaginación del escritor: “Si, tiene razón el joven, – exclamó el escritor –. Los héroes son siempre aquellos que en cada momento ejecutan con entusiasmo y precisión lo que tienen que hacer. Son los que le llevan la Carta a García “. El escritor corrió a su escritorio y escribió de un solo tirón su famosa Carta a García, y la envió a una reconocida revista llamada “Philistime” en Filadelfia.
     En la revista no le dieron gran importancia y hasta la publicaron sin encabezamiento ni título. Pero en el mismo día de su publicación y en los días siguientes empezaron a llover pedidos de aquel ejemplar de la revista. El editor preguntó la razón de tan abrumadora solicitud, y un ayudante le contestó: “Es la Carta a García”.
     A la semana siguiente el escritor recibe un telegrama de otra importante revista pero de New York: “Estimado amigo, requiero la cantidad de cien mil ejemplares de la Carta a García, publicada en forma de folleto, infórmeme su precio y cuando comienza a enviármela...”. Para la fecha (1899), cien mil ejemplares era una cantidad demasiado grande. Pero se imprimieron. Y no sólo eso, sino que un año después ya se editaron otros quinientos mil y luego un millón de copias. Al cabo de los dos años, la Carta a García había sido publicada en más de 200 revistas y traducida a los idiomas más importantes del mundo. En aquel tiempo llegó a Estados Unidos el Príncipe Kilakof, director de los Ferrocarriles de Rusia, y al ver que en toda la nación encontraba el folleto de la “Carta a García” la hizo traducir al ruso y al volver a su patria la mandó distribuir a todos los empleados de su empresa.
     La Carta pasó luego a Alemania, Francia, España, Italia, Turquía, India, Indonesia y China, encontrando en todas partes grana aceptación.
     Vino luego, a principios del siglo XX, la guerra Ruso – Japonesa, y gran cantidad de soldados rusos iban al frente de batalla levando en su morral la famosa Carta. Al encontrar los soldados japoneses el folleto en tantos prisioneros, concluyeron que debía ser un escrito estratégico y lo tradujeron a su idioma. A los pocos meses el Emperador ordenó enviar copia de la Carta a los empleados oficiales y soldados en todo el país. 
     Las estadísticas indican que hasta este año (1997, año de la edición del librito), hay más de 60 millones de ejemplares de la Carta a García impresos y difundidos en el mundo. Muy pocos escritos han logrado un éxito tan formidable. Ahora sí, después de tan interesantes datos, los invito a leerla con atención:

Una Carta a García

Hubo un hombre cuya actuación en la Guerra de la Independencia de Cuba brilla en mi memoria como el sol en su pleno esplendor.
     Sucedió que en aquella Guerra, cuando los Estados Unidos decidieron intervenir a favor de los rebeldes cubanos, se vio muy clara la necesidad de un entendimiento inmediato entre el Presidente Norteamericano y el Jefe de los Patriotas, el General Calixto García. ¿Pero cómo hacerlo?, hallábase García en esos momentos, Dios sabe donde, en alguna tenebrosa montaña escondida en el interior de la Isla. Y era absolutamente ponerse en comunicación con él para organizar los planes de ataque y de defensa. ¿Pero cómo hacer llegar a sus manos un despacho? ¿Qué hacer...?
     Alguien dijo al Presidente: “Conozco a un hombre llamado Rowan. Si alguna persona en el mundo es capaz de dar con García es él: Rowan”.
     Llaman a Rowan. Le piden que vaya en busca de García, esté donde esté, y que a costa de cualquier sacrificio, le haga llegar esa Carta importantísima. Rowan toma la carta y la guarda bien escondida en un bolsillo interior. A los cuatro días desembarca en las costas de Cuba que estaba en poder de los españoles. Desaparece en la selva tenebrosa, para aparecer de nuevo a las tres semanas al otro extremo de la Isla, cruzando un terreno sembrado de peligros y donde pululan los enemigos por doquier, y entrega la Carta a García. Los dos frentes coordinan acciones y se gana la guerra.
     ¿Cómo logró llegar hasta donde estaba el destinatario de su Carta? Es algo tan interesante que mereciera escribir algo al respecto. Pero no tengo interés en describir aquí el modo como esto sucedió. El punto sobre el cual quiero llamar la atención es este: “El Jefe da a Rowan una Carta para que lleve a García. Rowan toma la Carta y no pregunta: ¿Pero dónde podré encontrar al tal García?, ¿Por donde me voy a ir?, ¿Esto será fácil?, ¿No traerá peligros este oficio?, ¿Y por qué yo y no otro...?”. Nada de esto preguntó. Se va sin más a cumplir lo que se ha encomendado.
     ¡Por Dios, amigos!, ¡Estamos ante un hombre cuya estatua debería ser hecha en mármol o en bronce y colocada en la puerta de muchos institutos donde se enseña a la gente a adquirir personalidad!, porque lo que debe enseñarse a la gente que desea adquirir un verdadero carácter es: como hay que cumplir cada vez lo más exactamente posible el deber que tenemos que hacer, y cómo concentrar todas nuestras energías para lograr nuestros objetivos, y lograr dedicarnos con toda el alma a la acción de llevar “La Carta a García”.
     El General García ya murió. Pero siguen viviendo muchos Garcías en este mundo. Son todos los que necesitan de nuestro esfuerzo y de nuestro optimismo y valentía para obrar.
     Qué desánimo y desaliento sienten los hombres de empresas que necesitan la colaboración de gente entusiasta, y se quedan estupefactos ante la pereza, la falta de espíritu de sacrificio y de iniciativa, de energía y de perseverancia de sus colaboradores, para llevar a término la ejecución de las tareas que cada uno debe cumplir.
     Por todas partes se ve flotar la chabacanería, la desatención culpable, la despreocupación, la indiferencia. Estas parecen ser la regla general en el obrar de muchas personas. Muchos empleados cumplen tan descuidadamente sus deberes que si fueran soldados en una guerra ya los habrían fusilados por desertores. Y, sin embargo, no se puede tener éxito en una empresa si los subalternos y los que mandan se dediquen con ardor a cumplir cada uno sus propios deberes. De lo contrario se necesitaría un verdadero milagro de Dios, pero Dios cuando llega a ayudar, lo primero que exige es que cada uno esté haciendo con entusiasmo y esmero lo que tiene que hacer.
     Amable lector: ¿Quiere poner a prueba lo que estoy afirmando para saber si es cierta o no la afirmación de que el progreso no nos llega es porque no se encuentran personas dispuestas a cumplir sus deberes con entusiasmo y hasta con sacrificio?. Llame a uno de sus colaboradores y dígale: “Consulte en la enciclopedia y hágame el favor de sacarme un resumen de la biografía de Napoleón? Cree usted, que su colaborador le dirá: ¡Sí señor, ahora mismo!, y se irá enseguida a empezar la tarea asignada. Pues probablemente no. Le echará a usted una mirada vaga y empezará a preguntarle: ¿Qué Napoleón?, ¿En que enciclopedia lo busco?, ¿Por qué yo?, ¿Lo necesita con urgencia o lo podemos dejar para la próxima semana...? Hay muchas posibilidades de que después de haberle respondido a todas esas preguntas, su prodigioso ayudante se retirará y buscará a otro empleado para que se encargue de llevar aquella Carta a García. Casi le apuesto a que así va a suceder. 
     Y esta incapacidad para la acción independiente, para la iniciativa personal, este no hacer trabajar la propia inteligencia, esta flojera de voluntad, esta desgana impresionante para resolver por si mismo los obstáculos, es lo que retarda el bienestar colectivo de la sociedad y no deja a los individuos llegar al éxito. Si ni siquiera cuando se trata de conseguir provechos personales la gente está dispuesta a buscar soluciones y a derrochar energías y tiempo para obtener soluciones ¿qué será cuando se trata de conseguir éxitos para su Empresa o su País?
     Qué lástima que a muchos lo único que les hace trabajar sea la mirada amenazadora y la voz tormentosa del capataz o del vigilante del grupo. Parecen haber olvidado la consigna bíblica: “Que el que trabaja en servicio de otros no haga su oficio sólo porque lo están viendo y por lo que puedan opinar las personas, sino con todo el corazón, porque quiere tener contento a Dios (Colosenses 3,22).
     Me decía el Jefe de una gran oficina: “ - ¿Ve a ese contador?, es un gran matemático. Pero si lo envío a cualquier agencia, por el camino se entra a una cantina y se emborracha...”, “ - ¿Cómo podrá encomendarse a un individuo semejante, la Carta a García?
     En los últimos tiempos se oye hablar continuamente de los explotadores. Que fulano se hizo rico porque explotó a los demás. Puede ser, pero lo que explican es que ese señor no tuvo miedo de llevar su Carta a García. Que no tuvo miedo de levantarse a las cinco de la mañana y trabajar hasta tarde de la noche. Que los fines de semana en vez de ir a la cantina, se fue a hacer planes de progreso o de perfeccionar sus conocimientos. Que mientras los otros charlaban él trabajaba. Que mientras los demás dormían él echaba cabeza buscando soluciones. Por eso triunfaron, porque supieron lanzarse a la acción sin miedo ni pereza. Porque en vez de echar a unas excusas por no haber conseguido fama ni éxito, se lanzaron con toda el alma a buscar formulas para triunfar, y como “todo el que busca encuentra”, encontraron las formulas y practicándolas, consiguieron el triunfo.
E.H.
     Yo por lo menos, trato todos los días, de llevar la “Carta a García”. Y tú..? Que haces al respecto.
“Las gentes que nunca hacen más de lo que se les paga, nunca obtienen pago por más de lo que hacen”.
Ernesto E. Velásquez R.
Lechería, Anzoátegui. Venezuela.
18/01/2011