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lunes, octubre 28, 2013

(24) Cuando se nos va un Ser Querido.

CUANDO SE NOS VA UN SER QUERIDO
     Este último año ha sido difícil desde el punto de vista emocional. El círculo de la vida pasó por aquí, diría un viejo Hermano Masón. Y es que desde hace poco menos de un año a hoy cuando escribo esta nota he tenido unas cuantas pérdidas cercanas que se han montado en este círculo de la vida y han seguido de largo. Nunca antes había tenido tantas pérdidas tan seguidas y tan cercanas a mi corazón y a la familia: Petra, Danielito, Karen, Enrique, Erwing y Euler.
     Cuando se nos va un ser querido o un ser cercano a la familia, sucede un fenómeno emocional que estremece toda la estructura corporal y mental, unos en más medida que otros, pero siempre sucede, y eso que desde niño hemos escuchado decir de los viejos que lo único seguro que tenemos en la vida cuando nacemos es que vamos a morir un día. Pero eso no lo asumimos como un hecho hasta que recibimos la bofetada que nos pone en el lugar de aceptarla tal cómo es y cómo debe ser. Claro, que hay muertes que por su naturaleza trágica o repentina son de por demás dolorosas, sorpresivas y hasta traumáticas. Lo que sí debemos tener presente siempre es que es definitiva y concluyente porque sólo Dios sabe por qué, y por más que duela debemos hacer un total esfuerzo para aceptarla. Esto es Ley de Vida diría mi esposa.
     No fue fácil caer en cuenta que la vida debe continuar y debemos adaptarnos a las situaciones que se nos presentan. Caso especial fue al principio, la muerte de mi suegra, no sólo por el dolor de mi esposa, si no por el mío propio. Petra fue para mí otra mamá. No en vano tuve la dicha de compartirla con mi esposa durante 17 años desde que nos hicimos novios aún muy jóvenes. Sus consejos, sus regaños y su cariño es el motivo por el que cada vez que la recuerdo se me aguan los ojos. Petra fue un motor que movía todo en su casa y era al mismo tiempo el epicentro de cuanto se hacía o se dejaba de hacer. Fue por ello que su partida, a pesar de tener conciencia que podía suceder por su prolongado y delicada enfermedad, no la aceptamos de momento y fue un suceso que movió todos los elementos que conformaban el universo de su hogar y la familia. Luego de la muerte de Petra ya nada podía ser igual, su fuerza gravitacional desligó muchas cosas que se mantenían unidas con su presencia. Su partida se siente aún con mucho dolor.
     Luego fue un vecino del barrio donde creció mi esposa y donde aún vive mi suegro, hijo de unos buenos conocidos, un jovencito de apenas llagaba a las dos décadas de edad, y se destacaba por ser un joven modelo en su casa, el liceo y la cuadra. Daniel fue discípulo de mi suegra en la catequesis y nos acompañó en el dolor de nuestra pérdida. Sorprendente, doloroso y repentina fue su muerte; súbita e inesperada por un paro respiratorio fulminante. En pocas semanas otra muerte joven y repentina vuelve a suceder en el entorno. Esta vez fue Karen, joven profesional del derecho que se crio y creció en casa de un cuñado y que siempre estuvo muy ligada a la familia por su simpatía y cariño. Yo particularmente la recuerdo como esa sobrina adoptada que en cualquier circunstancia y momento que nos encontrábamos, no importara el lugar me pedía la bendición como una sobrina más y así se presentaba.
     Estas partidas sucedieron en la plazo de un mes entre julio y agosto de hace un año.  Y al cumplirse dos meses de la muerte de mi suegra otro golpe muy cercano me sacudió. El 16 de septiembre muere mi tío Enrique, que mucho más que un tío, hermano menor de mi papá, fue otro padre. El padre consentidor, cómplice y encubridor. Vivió con mi papá toda la vida a pesar de haber intentado hacer familia en dos oportunidades y tener dos hijos. Nunca se apartó del lado paternal que representó papá para él. Su partida, también dramática y compleja por la agonía de su enfermedad y convalecencia, fue dura para todos por el golpe que representó para papá perder a su compañero de todo la vida. No voy a olvidar el momento en que nos tocó llevarnos el sarcófago y papá pidió echarle su última bendición y despedirlo hasta la puerta lamentando que lo haya dejado solo. Para mis hermanos y para mí fue doloroso, e incluso para mi mamá, que ya a pesar de que tenía años separada de papá, vivió la agonía de Enrique muy de cerca y fue en presencia de ella que su alma lo abandonó. Par ella fue una pérdida como el que pierde un hermano. La muerte de Enrique dejó un vacío y una desolación muy grande porque también hizo sucumbir la estructura de vida que se había instaurado en la casa en Margarita.
     En diciembre, ya para finales de año, otra noticia nefasta me sacude. Erwing, vecino de la cuadra donde viví cuando estaba estudiando, hijo de la amiga Esperanza, murió de una enfermedad extraña, que aún hoy no sé en realidad cual fue. Un joven profesional que no llegaba a los cuarenta. Así que el año lo cerramos de luto completo.
     A pesar de todo, decidí junto a mi esposa e hijas pasar fin de año en Margarita. Enrique había muerto y papá estaba muy acongojado. Pero sin embargo, pasamos unos ratos y momentos inolvidables. Después de seis años volvía a pasar fin de año en Margarita. Compartimos como nunca, hicimos comida, bebimos, y un evento no extraño cuando nos juntábamos los hermanos Velásquez Rodríguez sucedió, Edward y Euler discutieron el mismo día que yo llegué, el día del cumpleaños de Edward. Como siempre igual, no demoró mucho esa molestia. Nos volvimos a juntar y algo hermoso sucedió que nunca se borrará de mi memoria: nos abrazos los tres, nos besamos como era costumbre y nos dijimos cuantos nos queríamos y nos amábamos como hermanos y cuanto nos dolía y nos alegraba los momentos de cada uno de nosotros. Mi sobrina Mary guardó para la eternidad fotos de esos momentos. Que nos íbamos a imaginar que tres meses después íbamos a juntarnos de nuevo pero para otro tipo de evento. El círculo de la vida volvía a pasar por la casa y esta vez quién se montó en él fue Euler.
     El 29 de marzo del año pasado amaneció raro. Era viernes y comenzaba la semana santa. Iba saliendo para el trabajo a las 7am cuando mamá me llamo para decirme que a Euler le había dado algo raro en el trabajo y lo habían llevado para el hospital. Antes de las 8am me llamó un sobrino para decirme que ya no se podía hacer nada: Euler había muerto. No lo asimilé de inmediato y no daba crédito a la información. Ya pasada las 8, estando la oficina reunido con mi jefe que hacía una inspección a la obra ese día, recibí un mensaje de texto en el celular que aún lo guardo grabado. Mamá me escribió: Ernesto, Euler mala noticia murió. No recuerdo nada de ese instante siguiente, luego a los meses me contaron que me puse pálido y me senté de golpe en la silla y me puse a llorar. Yo lo único que recuerdo fue que me mareé y esperé un rato, no sé cuánto tiempo, ni qué pasó en ese lapso. Cuando reaccioné llamé a mamá y me contó muy tranquilamente lo que había sucedido. Entendí que a pesar de si dolor de madre, esta con una serenidad pasmosa que yo y mis hermanas sólo conocemos. Inmediatamente llamé a mi esposa y le dije. Salí de trabajo como pude. Al llegar al apartamento mi esposa, mis hijas y yo nos fundimos en un solo abrazo. Mi hija mayor me preguntó porque su tío se había ido con diosito. No pude responder así aun hubiera tenido la respuesta. Lo que sucedió después fue lo que sucede en estos casos. Viajé el mismo día a Margarita y no quiero volver a revivir el momento que me junté con mis hermanos, y mucho menos cuando llegué donde papá y mamá. Fue muy doloroso. Así solamente lo puedo resumir. Así como fue su despedida. Sus compañeros de trabajo, el cortejo, los camiones, el homenaje de cornetas de camiones a la llegada del féretro al cementerio, su siembra al lado de Enrique, la despedida…! Sus hijos. Sólo mis recuerdos y mi dolor pueden expresarse con una lágrima como la que brota de mis ojos al escribir esta nota.
     Cuando tengo la oportunidad de ir a misa siempre le encomiendo sus almas a Dios así como lo voy hacer hoy. Rezo y le pido a Dios por su descanso. No me fue fácil escribir esta nota, pero hice de “tripas, corazones” y me dolió hacerla, porque fue como sacarme de dentro de mi algo que me pertenecía solo a mí que son mis recuerdos. Pero al mismo tiempo sentía la necesidad de escribir lo que sentía, y aquí esta. Ya lo hice y sobreviví.     
     Siempre he dicho, porque lo tuve que aprender, que para drenar el dolor hay que sufrir, llorar, y si es posible gritar, pero luego debemos hacer nuestro mayor esfuerzo de levantarnos y continuar. La muerte es parte de esta vida. Es lo único seguro que tenemos al nacer. No sabemos, cómo, qué, cuando, ni nada de la vida que vamos a vivir, sólo que algún día vamos a morir: eso es Ley de Vida.
     Hagamos lo posible por vivir intensamente, sin hacerle daños a nadie y mucho menos a nosotros mismos. Hagamos el bien y seamos felices el momento que nos toca vivir.
“El que Vive y muere en mí, No morirá jamás”. Jesús.
Ernesto Eloy.
En algún lugar de esta Tierra de Gracia que llaman Venezuela.
29/03/2013
ernesto.e.velasquez@gmail.com



viernes, octubre 11, 2013

(23) Peregrinos de Peregrinos Otra Vez, y II

PEREGRINOS DE PEREGRINOS OTRA VEZ, y II
     No es fácil mantener el brazo caliente y la mente limpia de cuanta porquería te perturbe para dejar fluir las ideas y los pensamientos y ponerlas en blanco y negro. No es nada fácil, y más si las circunstancias te presionan y juegan en contra.
     Ya va dos años, si dos años; dos años y tres meses para ser más exacto. Los peregrinos volvieron a ser peregrinos…! - Ya esto es un “bochinche” diría mi abuela -. Pero cómo se hace, esto es justamente lo que pasa cuando se tiene un desorden literario como el que yo tengo. No mantuve el brazo caliente, la mente no estaba equilibrada, los pensamientos estaban en otro lugar, el cuaderno de notas lo guardé tan bien guardado que no lo encontré si no cuando no lo estaba buscando. Bueno, fueron muchas cosas, incluso cosas y  momentos dolorosos los que me alejaron de mi Bitácora peregrina. Pero aquí estoy, dispuesto a continuar con el andar por estos mundos de Dios.
     Como en cuatro oportunidades hice el intento de retomar la escritura, pero siempre sucedía algo que hacía olvidar la intención y no lo evité en realidad. No lo quería evitar, o sencillamente deseaba que siempre hubiera algo que lo evitara. Tuve la intención, pero me faltaba ese algo que te hace hacer las cosas por encima de cualquier obstáculo o adversidad. Creo que ese algo estuvo ligado al hecho de las pérdidas dolorosas que tuve en este período y al desánimo que estaba experimentado producto de la crisis interior que provoca el desgarro de la muerte. Tuve un lapso de pesadumbre, de aceptación en primer lugar, como es normal según los especialistas en este tipo de circunstancias, luego un período en que me concentré casi exclusivamente en el trabajo y mantener la mente ocupada en cosas que no me permitieran tocar la fibra sensible y explorar el lado sentimental de los pensamientos. Pero el contacto con personas y lecturas que me devolvieron la sensibilidad al cuerpo me hizo reaccionar. Sin duda que el contacto con las bellas artes es un mecanismo de alivio del alma muy poderoso. Y eso fue lo que pasó. Ya encontré ese algo, y aquí estoy.
     Ahora vuelvo con otras temáticas y otros escenarios. Con nuevos fueros… No voy a revelar nada aún de esta etapa, pero lo sí puedo decir es que ya hay material como para publicar un buen rato. Les voy a pedir disculpa porque los dos siguientes temas son una manera de drenar sentimientos encontrados, pero luego de ello retomaré el hilo conductor de temas más interesantes, incluso polémicos. Eso sí, no les prometo una frecuencia estricta, porque no me voy a someter al dictamen de un régimen, pero sí les prometo continuidad, por lo menos hasta que vuelvan a aparecer el fantasma de los peregrinos que creo ya lo tengo mejor controlado que al principio. Espero no defraudarlos esta vez.
     Cuando las cosas se hacen con responsabilidad, así sea tarde, se hacen. No es la norma, pero sucede.
     Nos leemos en una próxima oportunidad.
“No desfallezcas en tus intenciones por hacer las cosas bien, algún día alguien se darán cuenta de ello y te dirá “que bien hecho” y eso será suficiente para decir que hiciste algo bueno en la vida” Simón Rodríguez al Libertador.
Ernesto E. Velásquez R.
Lechería, Anzoátegui. Venezuela.
05/10/2013

ernesto.e.velasquez@gmail.com


viernes, julio 08, 2011

(22) Otro Poco de la Masonería

OTRO POCO DE LA MASONERÍA
     Hoy les quiero contar un poco más de la Masonería, de los requisitos para ingresar a ella y de que ofrece a los que ingresan a la orden.
Qué Condiciones Exige la Masonería para Ingresar a Ella…?
Hay una condición principal e imprescindible para ser admitido en esta Augusta y Milenaria Orden, el candidato debe “creer en un Ser Superior”, en un Creador: Dios, Jehová, Yhave, Buda, Alá, etc. Pero llámese como se llame, e independientemente de su religión, cultura o creencia, este es el principal requisito que se le exige al aspirante, y sin el cual no se podrá iniciar a ningún profano.
Otras condiciones adicionales, que la Masonería exige, como mínimo, para ingresar a ella son las siguientes: 1) Ser mayor de edad, y no estar entredicho ni penado judicialmente; 2) Tener instrucción suficiente para leer y asimilar los manuales de formación, y poder escribir y expresarse oralmente con fluidez; 3) Poseer una ocupación, arte, oficio o profesión, moralmente inobjetable y legal, y disponer por consiguiente, de medios lícitos de vida y  suficientes para cubrir sus cargas particulares y contribuir además con los gastos de su Logia; 4) Ser hombre libre, esto es, no ser esclavo, ni estar de manera alguna sujeto al dominio de otra persona a la cual debe consultarle sus decisiones; 5) Haber presentado una vida pública y privada ejemplar, de buena reputación, ser un hombre honesto, sincero, leal, fiel, amante de su país, defensor de principios morales inquebrantables y tener la capacidad para aceptar sus errores, sus vicios y sus pasiones y hacer lo propio para reconocerlas, contenerlas y enterrarlas; 6) Tener disposición para realizar estudios esotéricos, filosóficos y de cultura general; 7) Ser presentado, por lo menos, por 2 miembros de la Orden que sean Maestros Masones activos; y, 8) Cumplir con los trámites de ingreso que impone los reglamentos internos de la Orden.
De lo anterior se desprende que no pueden pedir ingreso a la Orden, los hombres que se hallen en algunos de los siguientes casos: 1) El menor de edad; 2) El anciano cuya avanzada edad y deterioro físico lo inhabilite para valerse libremente por sí mismo; 3) El analfabeta o el casi analfabeta, y quien no demuestre poseer las condiciones mentales y  habilidades para estudiar y aprender la filosofía y doctrina masónica; 4) El ateo que niegue toda posibilidad de un “Ser Superior” o Creador; 5) El vicioso de las drogas, del alcohol, del juego; el homosexual depravado, el convicto, el fraudulento, el prostituto, el ladrón, el asesino, el traidor a la patria, el petulante, el proxeneta, los vividores; los apáticos, los amargados, los supersticiosos, los acomplejados, los fracasados, los malos amigos, los malos esposos, los traficantes y los fanáticos políticos y religiosos; 6) El indiferente al esoterismo, que se precie de ser un hombre práctico y crea que no hay nada más allá de la muerte física; y, 7) El desconocido, quién no tenga absolutamente a nadie dentro de la Orden que lo apadrine, lo conozca y responda por él.
El Rito de la Masonería que se practica en Venezuela, no admite a las mujeres en sus trabajos, pero si les otorga un lugar muy especial reconociéndoles un aporte importante en las obras filantrópicas que promueve la Orden a través de los Comités de Damas.
Qué Ofrece la Masonería a los que se Inician en Ella…?
La Masonería no ofrece nada a quienes osan tocar a sus puertas y logran ingresar, pero si le exige todo a quién entra en ella…” así dice una de las consejas más arraigadas que impera dentro de la Orden Masónica, no sólo aquí en Venezuela, sino, en la Masonería Universal.
Y aún cuando nada ofrece a los que buscan ingresar a ella, una vez cruzado el umbral, los masones encuentran mucho más de lo que pudieron haber pensado que conseguirían antes de franquear sus puertas y encontrase dentro del Templo. Realmente, lo que se consigue es una vida diferente, una vida total y absolutamente distinta a la que llevaba como un caballero profano, ya que después de haber pasado por la Iniciación Masónica, el hermano se ve obligado a cambiar totalmente su forma de ver y vivir la vida, pero esto es por conciencia, por necesidad propia, no por imposición externa. Porque siendo él un Iniciado, es por consiguiente un “Hombre Libre y de Buenas Costumbres”, y ya que, la Masonería es “El estudio de las Ciencias y la práctica de las Virtudes…”, y habiéndose comprometido a cumplir fielmente los Principios Masónicos; el nuevo hermano tiene que cumplir con la practica constante de los más altos valores morales y éticos, y cumplir con los demás requisitos que harán de él un verdadero Masón. Tiene el deber de estudiarse a si mismo, y ha de practicar las virtudes, porque solamente con esa combinación le hará libre de las cadenas que le imponen los vicios y las pasiones al resto de la humanidad. Solamente así podrá ser reconocido como un digno Masón, y un Iniciado Real.
La Masonería, como escuela iniciática y medio de perfeccionamiento, no ofrece nada a nadie, pero aquel que llegue a poner en práctica sus nobles principios, verá, repentinamente, que se encuentra en un oasis ubicado en medio del caos de la vida actual, de las ambiciones personales, del egoísmo, de la violencia inclemente. Porque eso es lo que ofrece la Masonería a todo aquel que llegue a ella con un corazón abierto y en actitud receptiva: “…una grata y refrescante sombra en medio del sol abrazante de los deseos materiales y animales…”
Por qué motivo la Masonería le exige todo a sus miembros..? Pues porque para poder alcanzar la meta mas elevada es imprescindible darlo todo, es inevitable que exista una entrega total. El precio que debemos de pagar por cualquier cosa que deseemos adquirir, tiene que ir de acuerdo al bien que estamos adquiriendo, y como lo que buscamos en la Masonería es el bien más elevado, el pago tendrá que ser el pago máximo.
Hay que hacer el mayor esfuerzo, y cuando mayor sea este, mayores han de ser los frutos que hemos de cosechar. Es nuestra acción la que determine la cuantía y el valor de los que hemos de recibir, aunque no estemos esperando nada a cambio, en la Masonería el hombre consigue lo que no consigue en ninguna otra parte: Elevarse por encima de las supersticiones, los vicios, el fanatismo y la ciega obediencia a los dogmas que tanto daño le han hecho a la Humanidad.
     Con esto termino amigos míos lo que les prometí. Ustedes leerán, analizarán, compararán y concluirán. Si necesitan alguna aclaratoria ya saben por que medio ubicarme y consultarme. Fue un placer complacerlos. La próxima semana seguiremos con otros temas de igual interés para todos.
“Todos los días se aprende algo nuevo. Lo importante es no quedarse con una sola opinión de las cosas”.
Ernesto E. Velásquez R.
Lechería, Anzoátegui. Venezuela.
03/07/2011
ernesto.e.velasquez@gmail.com

lunes, julio 04, 2011

(21) Que es la Masonería...???

QUE ES LA MASONERÍA..???
     Muchos conocidos y otros no tan conocidos, pero que les ha interesado el tema por igual, me han pedido que les explique un poco, si estaba dentro de mis posibilidades, que era eso de la Masonería, a la que yo me he referido en algunos de mis escritos anteriores.
     Tomando en cuenta este petitorio y en vista de la reestructuración que hice de los temas seleccionados a raíz de la última pérdida de los “Peregrinos”, quise comenzar esta tercera etapa complaciendo esta gustosa petición. Es por eso que hoy les traigo este tema para lo cual me aproveché de unos artículos que había escrito hace poco tiempo para un proyecto informativo de la Logia que no he concluido aún.
     Estos son tres artículos en uno que se los ofrezco tal como los presenté para su publicación original:
Que es la Francmasonería…? (I Parte)
Queridos amigos lectores, a partir de hoy la Masonería Venezolana y en especial la de la Zona Norte de Anzoátegui, tiene el gratísimo placer de presentarle nuestra columna de corte divulgativo, educativo y cultural, que semanalmente aparecerá en este prestigioso diario.
Esta columna tendrá el objetivo único y supremo de dar a conocer al público en general, y difundir a toda la comunidad, los “Principios, Fundamentos Básicos y Acciones de la Orden Francmasónica”. Orden que a lo largo de la historia de la humanidad ha impulsado los más grandes acontecimientos que han cambiado el mundo, a través de sus honorables y bien ilustres miembros.
Si nos acercamos más específicamente a nuestro país, los miembros ilustres de nuestra Augusta Orden formaron parte de los líderes que impulsaron las más grandes transformaciones de nuestra sociedad, cuando junto a grandes masones como Francisco de Miranda, Simón Bolívar, Andrés Bello, Simón Rodríguez, Antonio José de Sucre, Santiago Mariño, Rafael Urdaneta, José Antonio Páez, José Antonio Anzoátegui, Juan Bautista Arismendi entre otros muchos héroes de nuestra gesta emancipadora, y más recientemente de la Federación, le dieron perfil y nombre a la República en la hoy convivimos millones de venezolanos y hombres de buena voluntad que han venido a hacer familia y hacer patria en esta Tierra de Gracia.
Masones ha sido grandes hombres de la historia universal tales como Isaac Newton, Wolfang Adameus Mozart, Leonardo Da Vinci, José Martí, Luís Pasteur, George Washisntong, Bernardo O`Higgins, Benjamín Franklin, entre otros; que vieron en esta Escuela Iniciática el lugar donde vencer sus pasiones y sus vicios, elevar el espíritu a los más grandes ideales de la humanidad, buscar la verdad iniciática, aprender a ser tolerantes y convivir con todos sus hermanos sin importar su razas, credos o religión. La Masonería, o también conocida como Francmasonería es eso: es una Escuela Iniciática, donde los hombres libres y de buenas costumbres, buscar elevar su nivel moral y ético por encima de los vicios, supersticiones y demás males espirituales que afectan nuestras sociedades. En la Masonería, el hombre que de verdad quiere superarse, encuentra la Luz de la Verdad y las Ciencias, encuentra hermanos dispuestos a ayudarles a crecer como hombre y como ser humano, piedra angular del progreso de los pueblos.
La Masonería no es una religión, ni es un club social, ni un partido político y  mucho menos un grupo de conspiradores. La Masonería es ciencias, es progreso, es sabiduría, tolerancia, “Libertad, Igualdad y Fraternidad”, como se gritó durante la Revolución Francesa, movimiento inspirado por Francmasones bajos los principios y fundamentos de la misma Orden.
Queridos amigos lectores, a partir de hoy conocerás lo que es la Masonería, en la próxima entrega abundaremos más en sus orígenes y conceptos básicos.
Que es la Francmasonería…? (II Parte)
Tal como quedamos la semana pasada, hoy abundaremos un poco más en los orígenes y conceptos básicos de la Francmasonería.
La Francmasonería es una Fraternidad Universal que persigue el mejoramiento integral del hombre, es una escuela iniciática que busca el perfeccionamiento de todos y cada uno de sus miembros, y que espera que ese mejoramiento, o el grado de perfeccionamiento alcanzado por los masones, vaya en beneficio no sólo de la orden, del hermano y de su núcleo familiar, sino también, y muy especialmente, de toda la humanidad.
Muchas son las elucubraciones que se han lanzado sobre nuestra Orden a lo largo de la historia. Muchísimo se ha hablado y se ha escrito sobre el gran misterio del secreto masónico. Fue costumbre en la antigüedad enseñar   secretamente las ciencias, las artes y oficios. La arquitectura, al igual que las demás ciencias, era enseñada en secreto, y secretamente, también se conservó y transmitieron las reglas del arte de construir, que durante muchos siglos fueron exclusivas de sacerdotes y corporaciones especiales.
Del Egipto, entre cuyos sacerdotes se contaban los arquitectos que proyectaron aquellos maravillosos monumentos que hasta en la actualidad nos causan admiración y asombro; los secretos arquitectónicos pasaron a Grecia, a los sacerdotes  dionisiacos, que a su vez los introdujeron en Persia y en Siria. Más tarde fueron legados a los tirios y judíos. Posteriormente pasaron a los esenios y de éstos a los griegos, a los colegios de arquitectos y artífices de Roma, de los que emanaron la Confraternidad de Hermanos de San Juan, las corporaciones francesas de la Edad Media y por último las ASOCIACIONES DE FRANCMASONES a principio del siglo XVIII. Así se explica la transmisión de este supuesto secreto y por lo que la inmensa mayoría de autores explican las razones por las que los conocimientos permanecieron ocultos y se transmitieron con tanto misterio.
Quienes afirmen o piensen que la Francmasonería es una institución secreta, se hallan en un profundo error. Si analizamos el carácter universal de la institución es  fácil admitir que no puede existir secreto en una entidad tan vasta como la nuestra. De otro lado, una sociedad secreta presupone desconocer, quienes son sus miembros, donde se reúnen, que actividades se desarrollan, esto ocasionará que los gobiernos de los diferentes países no consentirían en otorgar personería jurídica a esos organismos, toda vez que su funcionamiento su reglamentación no son conocidos. En nuestro caso no es así, nuestras Logias son públicas y muchos saben donde quedan.
En general, todos los tratadistas masónicos, están acorde en asegurar que nuestra orden no es, ni puede ser una organización secreta. Pero si en posición de secretos y la palabra secreto debe tomarse como sinónimo de discreción.
La próxima semana seguiremos tratando este tema.
Que es la Francmasonería…? (III Parte, y última)
La Francmasonería Universal no es una organización secreta, es una organización de “Librepensadores”, que se reúnen para “Elevar templos a las virtudes y cavar calabozos para los vicios…” por tanto, sus miembros son constructores, pero sus obras no son tanto externas como internas. Levantar un edificio físico no requiere supremamente de valores espirituales y morales, principios elevados ni sabiduría, pero cuando ese templo se construye internamente, y es en nombre del Creador y la Gloria del Gran Arquitecto del Universo, si es necesario que las bases estén firmen y profundamente enraizadas en las más pura moral y en los más altos principios.
El masón es un hombre libre, no sólo porque no está encerrado en una cárcel, sino porque es libre de las pasiones y de los vicios que esclavizan al hombre a una vida miserable. El masón se siente igual a todos, no en el aspecto exterior, donde no existen dos huellas digitales iguales, sino en la esencia que le anima, en ese principio que es el factor común de la creación. El masón es fraternal, porque sabe que al haber sido hecho a imagen y semejanza del Creador, somos todos hermanos, hijos del mismo padre común.
La universalidad de la masonería permite el ingreso a ella a todos los hombres libres y de buenas costumbres, luego va enseñándoles principios elevados que le harán ver, respetando sus propios conceptos sobre el Creador o Gran Arquitecto del Universo, que El, en su omnipresencia divina, está presente en todas y cada una de las ideas que el hombre pueda concebir. Por eso es respetuoso de todas las religiones, de todas las escuelas iniciáticas y de todas las organizaciones que tiendan a llevar al hombre hacia el perfeccionamiento, que a su debido tiempo le llevará a ser consciente de que Dios, estando en todas partes, se encuentra también en ellas, aún en las que pudiésemos definir como primitivas.
Es necesario que el común de la gente vaya dándose cuenta de que la Masonería es una organización de elevados principios morales y espirituales, que lucha por el mejoramiento del hombre en todos los sentidos imaginables, y que por ese motivo lleva a cabo labores de proyección cultural, social y filantrópicas, por eso se preocupa por mejorar las condiciones de vida de la humanidad en los aspectos físico, mental y espiritual.
Por eso los masones tomaron parte activa en la Revolución Francesa, en la formación de los Estados Unidos de América, en la gesta emancipadora de toda Sudamérica, en la creación de la Cruz Roja, del Club de Leones, del Rotary, en los más connotados eventos y acontecimientos científicos, culturales y sociales.
Así es como se conoce al masón, porque su vida virtuosa y diferente le hace destacar entre el montón, porque su gran corazón está abierto a todo aquel que llega a él buscando consuelo, porque su mano está siempre dispuesta en actitud de dar.
Esto es lo que es la Francmasonería, una escuela para la vida.
     Queridos amigos y lectores, espero haberles aclarado un poco la curiosidad acerca de los que es la Masonería. De todos modos en la próxima entrega les haré saber un poco más de ella.
“Que cosas tiene el hombre: nacer no pide, vivir no sabe, morir no quiere”.
Ernesto E. Velásquez R.
Lechería, Anzoátegui. Venezuela.
30/06/2011
ernesto.e.velasquez@gmail.com

sábado, junio 25, 2011

(20) Dichos, Refranes, Frases y Algo Más.

DICHOS, REFRANES, FRASES Y ALGO MÁS
     Este es uno de esos escritos Peregrinos que he rescatado de la memoria porque no tuve la ocasión de rescatarlo de los exterminios de papeles que yo mismo hago de vez en cuando. Es un tema que comencé a recopilar cuando estaba estudiando el último año de la secundaria en Margarita, y lo seguí, ya viviendo en Puerto La Cruz durante los primeros años de estudios. A finales del año pasado recordé el tema y me dediqué a reescribirlo, pero como a veces me pasa, después de mucho entusiasmo caí en el desinterés y no seguí: cayó en el saco del olvido, como muchos.
     Luego de tropezarme varias veces con la libreta donde los reescribía y de decir “que ahora si”, hace pocas semanas cuando rescaté de nuevo a los “Peregrinos”, recordé al mismo tiempo, que leyendo el Quijote, me sorprendí al saber que hace 400 años muchos de los dichos y refranes que son de uso común aun en nuestra era, eran usados por el archiconocido Sancho Panza en aquella época, y que muchas expresiones que usamos comúnmente, son igualmente de viejas, y eran usamos para decir y definir lo mismo para lo que las usamos ahorita, tales como “malandrín” para referirse a rufianes o vagos, o “ando pelando” para indicar que no se poseía ni un cuartillo en el bolsillo; así que me decidí y me encomendé la tarea de reescribir esta nota, la cual les presento en esta ocasión.
     Del primero que quiero escribir es de mi Papá a propósito de sus 85 años de vida. Sus dichos y refranes me han servido para aprender de su sabiduría y, de su larga y dilatada experiencia. A menudo los citaba para cualquier cosa, y yo lo escuchaba pero no lo entendía, hasta que en una oportunidad en la escuela tuve que hacer una investigación sobre refranes populares, y como los había escuchado decirlos muchas veces, le pregunté y me senté a oírlo y fue entonces cuando comencé a entender sus significados. Cuando comencé a recopilarlos, allá por principios de los 90, y por supuesto que al igual que ahora, comencé con los que recuerdo de él.
ü  Mas vale un por si acaso que un, si yo lo hubiera sabido.
ü  Nunca dejes camino por vereda.
ü  Pa`lante es que brinca el sapo aunque lo puyen de frente.
ü  Hay que hacer que las cosas se hagan.
ü  Barco grande, ande o no ande.
ü  De esa mata yo tengo un coquito (me contó que era un dicho muy común del doctor Ordaz, un viejo conocido suyo).
ü  El hombre es del tamaño del compromiso que se le presente.
ü  Plátano maduro no vuelve a verde.
     Existen otros dichos de Papá que más bien los he tomado como sentencias, y entre ellas están:
·         Cuando uno llega a viejo todo es contradicciones: se le acorta la vista y se le alargan los cojones.
·         No me gusta que me celebren cumpleaños, porque ¿a quién le va gustar que le celebren que se está poniendo viejo?
·         Pasar hambre no me preocupa, porque cuando niño pasé mucha, y llegué a pensar que eso era lo normal.
·         Si vas a hacer algo, hazlo lo mejor que puedas, para que después no digas que pude haberlo hecho mejor.
     Hay otro personaje, de los tantos que me he cruzado en la vida, que influyó mucho en mí con sus refranes y dichos. Recién mudado a Puerto la Cruz para comenzar los estudios superiores, llegué a una casa de alquiler donde vivía un muchacho que para entonces no pasaba de los 30 años. Lo conocíamos solo como “El Caballero”. Era un personaje muy peculiar y pintoresco, de esos que no se olvidan fácilmente.   El Caballero citaba refranes y dichos para referirse a cualquier cosa y en toda ocasión. De los que anoté en una vieja agenda y recuerdo que citaba más frecuentemente eran:
ü  Burro viejo cuando ve pollina se le sale el lagrimero.
ü  El que fue pica`o de culebra, cuando ve bejuco brinca.
ü  El zorro que come pollo, cuando ve plumas se alegra.
ü  Aquí ando, con empuje y verraquera.
ü  A ningún cachicamo le pesa su concha.
ü  El que no pila no come arepa.
ü  Hemos llegado a donde el mono no carga a su hijo.
ü  Zamuro come bailando.
ü  Como 3 en anca de burro.
ü  Más agarra`o que una vieja en una moto.
ü  El león no es como lo pintan.
ü  Más duro que una pedrada de cerquita.
ü  Más pisa´o que enano en procesión.
     Y así, muchas otras personas y personajes que he conocido, y que se han convertido en referencia obligada para mí en ciertas y determinadas ocasión cuando he tenido la necesidad de citar un refrán o un dicho, o que simplemente lo saco por necedad, o como comentario al margen de la conversación. Así por ejemplo:
-   De Evelio el Ñeco: No se, ni me interesa. Para salirse de una conversación o cuando le preguntaban algo.
-   De Cayito El Charro: Amalaya una arepa pa` comérmela con la fragancia. Cuando pasaba por algún lugar y le daba un olor de comida.
-   De mi Tío Heraclio: Eso es auténtico. Ese era el término de cualquier chiste o conversación.
-   Del viejo Severino: Voy a echar una meaita antes de irme. Cada vez que iba a salir de su casa, o cuando se despedía después de hacer una visita en cualquier casa ajena.
-   De Eufemio el de Las Guevaras: No me invitaron pero tampoco me dijeron que no fuera. Para siempre ir a cualquier lugar, así no fuera invitado.
-   De Luis el Flaco: Quien fuera perro para mearte los cauchos. Era un piropo que le echaba a las gorditas.
-   De mi Abuelo Elías: El muerto al hoyo y el viejo al farangollo. En una oportunidad que se murió un familiar, y mi mamá y mis tías querían ir a una fiesta.
     Y es que los refranes, los dichos y las frases célebres siempre han estado en nuestro vocabulario y en nuestro sentir nacional como forma de expresión natural, cultural y jocosa en la mayoría de las oportunidades que nos toca expresar algo, y mucho más si es en grupo. Quien no recuerda al ex presidente Luis Herrera Campin y sus famosos refranes; o al actual, con su “Ojo Pela`o” y muchos otros.
     La farándula, las películas y las novelas, también han sido fuente de innumerables citas, expresiones y frases que han quedado para la historia. Lean aquí un extracto de un reportaje que extraje de la revista Dominical del 3 de abril de año en curso, que circula los domingos con el diario Ultimas Noticias, y que trajo un artículo relacionado a este tema:
…^¡A Dios pongo por testigo, que jamás volveré a pasar hambre…!^  Sentenció Vivien Leigh, como Scarlet O`Hara, en ^Lo que El Viento se Llevó…!^ – Y es que una frase, exclamación o palabra, expresadas en el tono y contexto apropiado, en el cine pero sobre todo en TV, siempre quedan y algunas llegan a repetirse tanto que pasa a formar parte del lenguaje coloquial. Cuando una expresión pega, se hace más popular el personaje que la dice que la telenovela o espacio en sí.  - Quien se adjudica la cita pudiera superar en notoriedad al artista de más crédito dentro del elenco, tal como fue el caso de Piero (Lino Ferrer) en Cristal quien divulgó la frase ^de los last^ - Imposible de olvidar el ^Chiiito^ del primer actor Rafael Briseño en Gómez I y II. Su ^Chiiito^ pegó tanto que aún se utiliza cuando se trata de mandar a callar a alguien. Igual difusión logró el ^Malo, malo, malo^ de René de Pallás en El Sol Sale para Todos. De la novela Elizabeth, y surgida de una equivocación al grabar una escena, Caridad Canelón y Orlando Urdaneta inmortalizaron ^Mi vido y mi ciela^ - Henry Soto, el gitano Randú de Kasandra, popularizó un grito de guerra ^Kasaaaandraaaa…!^. Gaby Spanic, la villana Amaranta en Todo por Tú Amor, vio disparada su fama con al exclamación ^Soy una Cosa Divina^. Marcelo Cezán, en Niña Mimada, dio vida a un mecánico que con su tumba´o pegó el ^Si va^. – En el caso de la novela Abigaíl, se ha versionado tanta veces ese drama y el martirio de su galana por encontrar al hijo perdido, que nació la frase: ^¿Vas a seguir Abigaíl…?^ - En A Calzón Quita`o, Nacarid Escalona pegó tanto el ^Calcula Tú^, que lo convirtió en obra de teatro. – Pero sin duda que el inolvidable Eudomar Santos (Franklin Virgües), en Por Estas Calles, de Ibsen Martínez, inmortalizó dos frases: ^Que es lo que esta pa`sopa^ - y la inconfundible ^Como vaya viniendo, vamos viendo^.
        Y si de TV se trata, quien nunca a expresado: ^Síganme los buenos…^ o esta otra, ^Es que no me tienes pasiencia…^. Sin duda que los dichos, refranes, frases, citas y muchas otras expresiones, se han convertido en parte de nuestra manera de hablar contidiana. Si sigo indagando conseguiré muchas otras que diariamente usamos, y de seguro no sabemos que surgieron de estos espacios de cine o televisivos.
     Ojala, haya cumplido con la misión de entregarles una material de lectura interesante.
     Y no olviden que “Pónganse alpargatas, que lo que viene es joropo…”. Yo seguiré escribiendo primero para mí y luego para Uds, y “Como vaya viniendo, vamos viendo…”.
“Escribe que algo queda”.
Ernesto E. Velásquez R.
Lechería, Anzoátegui. Venezuela.
06/05/2011